CLG dialogó con personas en 12 países del mundo para conocer cómo se vive el avance de la pandemia. En esta segunda parte, cuentan cómo recibió el sistema de salud al Covid-19
Por Ariana Operti y Gonzalo Santamaría
El nuevo coronavirus no distingue de profesión, país de origen, cultura ni idioma. Los gobiernos, día a día anuncian nuevas medidas para hacer frente a la pandemia mientras los profesionales de la salud, paradójicamente, ponen su vida para tratar a los enfermos. En cada latitud y meridiano del planeta, se padecen los coletazos del mismo. Ese es el caso de 14 personas que, mientras cumplen con el aislamiento social, describieron a CLG qué cambió a partir de la alerta mundial.
«Prevenir ahora es evitar muertes«, sostuvo el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, sin ningún tipo de tapujos, al reiterar la importancia de cumplir con la cuarentena obligatoria. Es que en decenas y decenas de videos que llegan desde Europa se puede ver al personal de la salud explicando, desesperadamente, la situación sanitaria que atraviesan a raíz del covid-19.
Todos dejan en claro algo: «Tú que puedes, quédate en tu casa«. ¿Y por qué es tan importante este pedido? Sencillo: sin nuevos contagiados, con el correr de los días, el crecimiento de la curva de afectados irá cayendo, la situación será controlable y los hospitales se verán aliviados, siempre a la espera de una cura.
CLG te trae una serie de notas para ver de cerca cómo se vive el progreso del covid-19 en cada continente. Luego de conocer cómo reaccionó la sociedad ante el nuevo coronavirus, los entrevistados describen el sistema sanitario de los países donde residen y cómo trabajan para contener la enfermedad. A pesar de la distancia, Alemania, Australia, Colombia, Dinamarca, España, Estados Unidos, India, Irlanda, Italia, Líbano, Rusia y Sudáfrica se unen en similitudes y se alejan en diferencias, siempre con el coronavirus de por medio.
¿Por qué es tan importante evitar un colapso?
Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en base a estadísticas oficiales de los países, de la cantidad de infectados, el 80% no observaría complicaciones en su salud. En cambio, un 5% necesitará hospitalización y cerca del 2% va a requerir cuidados intensivos.
Que ese 2% pueda ser tratado como debería, depende de la cantidad y distribución de las camas destinadas para una internación en terapia intensiva, con sus respectivos respiradores. Si esto ocurre, principalmente porque la cantidad de contagios es equivalente o menor a los insumos disponibles, se evitará un colapso del sistema de salud y se logrará reducir la tasa de mortalidad, que hoy por hoy ronda el 3,4% a nivel mundial, en algunos lugares como Italia supera el 11%, en España, el 8,49% y en Argentina, marca un 2.4%.
-El Instituto Malbran encabezó los estudios de Covid-19 en Argentina-
Los ejemplos más claros y evidentes de colapsos fueron Italia y España, los números lo demuestran. Los demás países, se preparan e intentarán evitar situaciones similares. En Brasil, el gobierno de Jair Bolsonaro advirtió que si la situación continuaba a este ritmo, para mediados de abril todo el sistema hospitalario se vería sobrepasado, aunque el presidente minimice la realidad. Se prevé que en tres meses, si los contagiados siguen apareciendo en Alemania, la Salud se desborde. En Argentina, se divisó la posibilidad, y se habla de que ese punto de saturación llegaría en mayo.
Según las estimaciones oficiales, en este momento el país cuenta con 8.560 camas con respiradores, por lo que el gobierno apunta a conseguir 1.500 más en apenas poco más de un mes, antes del posible mayor brote. Parece un número suficiente, pero el problema radica en que la mayoría de las camas están ocupadas con pacientes con otras patologías. Es por ello que se dispuso que en hospitales públicos y en clínicas privadas, las cirugías programadas deberán esperar unos meses hasta tanto se salga de la crisis pandémica.
Aplanar la curva
«En este terrible momento los médicos y enfermeros trabajan hasta más de 14 horas diarias. Además, tienen que estar aislados de sus familiares», relató Carina Petracci desde la provincia de Rovereto en Italia y en consonancia con ella se expresó Ezequiel de Lorenzi, en Roma: «Ningún país está preparado para esto, es entendible la falta de recursos». Si bien ambos reconocieron que el gobierno azzurro está destinando más recursos a la salud, entienden que el problema no es la cantidad de camas ni los insumos médicos, sino la de infectados. “Hay casos en que decidían quién moría y quién no, porque no hay respiradores”, remarcó el hombre. Al unísono, plantearon que las medidas para evitar los contagios se tomaron “tarde”.
-El sistema italiano se vio desbordado a partir del 3 de marzo-
España también pasa por una situación similar. «Es muy bueno, pero está todo colapsado«, dijo Lucía Senra desde Granada sobre la atención médica allí. En el mismo orden se expresó Agustín Di Cristofaro, en Granollers. Sin embargo, el hombre aclaró: «Le piden a la gente que si siente síntomas llame a emergencias y son atendidos telefónicamente, para saber si vale la pena ir o no a un centro médico», manifestó y reveló que el Hospital de su ciudad se encuentra desbordado ante el coronavirus.
Llegando por el Mar del Norte, en Alemania la actualidad es otra. En Berlín intensificaron los esfuerzos y el país presidido por Ángela Merkel tiene grandes estadísticas contra el coronavirus. «Acá -explicó Valentina Tognoli-, las camas de terapia intensiva se han duplicado los últimos años y es mayor el número al resto de la Unión Europea«. Los datos lo confirman, la tasa de letalidad es la más baja de toda la región y en cuanto a insumos, es porcentualmente el más preparado.
En Medio Oriente el principal foco está en Irán, donde hay más de 55.000 casos. «La mayoría de los infectados en Líbano estuvieron en un avión que pasó por allí, llegaron con el virus y así se propagó», detalló Leonela Morro Bazzana a CLG. En ese país todos están siendo atendidos en el mismo hospital: el Rafik Hariri, ubicado en Beirut y que lleva ese nombre por un ex Primer Ministro asesinado en un ataque terrorista en 2005. Pero, la mujer de 26 años aclaró que el sistema igualmente es precario y privado. “No todos los centros de salud tienen la tecnología adecuada porque es todo nuevo, el Hariri es el único que puede tratarlos y de todas formas, no hay insumos para ello«, contempló.
-El Hospital de Beirut atiende a todos los contagiados del Líbano-
En Dublín, Luciana Paglietta observa similitudes: «Se comenta que están colapsados y no dan abasto los hospitales, de todas formas siguen con los protocolos de la mejor manera y no hay nada oficial sobre una situación crítica en cuanto a ello». Sin embargo, una de las últimas medidas que anunció el gobierno busca revertir la situación: todos los hospitales y sanatorios privados, pasaron a ser temporalmente públicos y de esa manera, todas las personas infectadas puedan ser atendidas de manera gratuita. Así, unas 2.000 camas, nueve laboratorios y miles de empleados formarán parte del sistema de salud estatal para dar respuesta a la pandemia.
En cuanto a la situación de Estados Unidos, hay diversos puntos a considerar. Si bien Carolina Fernández, rosarina de 42 años que vive en el país del norte de América desde 2001, aseguró que “el sistema de salud es muy bueno y tiene protocolos específicos para afrontar la situación”, las críticas, que datan de mucho antes de la pandemia, pasan por los altos costos en general que tiene la atención.
La prueba de covid-19 es gratuita en el país de Donald Trump, y eso es fundamental para detectar los casos, aislarlos y evitar una propagación mayor. Pero aún, los tratamientos para curar el nuevo coronavirus no están cubiertos por los seguros médicos. La cantidad de infectados llegó en 11 semanas a 310.000, el número más alto del mundo y la escasez de infraestructura comienza a notarse: la falta de camas lleva, por ejemplo, a los sanatorios estadounidenses a cerrar salas de maternidad para abocar todo su espacio para atender a los pacientes en riesgo. En tanto, la cifra de muertes ascendió a 8.400. A ello hay que sumarle que existen, aproximadamente, 11 millones de ciudadanos “indocumentados”, que en su mayoría no recurren a los hospitales por temor a ser deportados, y el número real podría ser mucho mayor.
-Las terapias intensivas de Estados Unidos atienden a los más de 100.000 infectados-
Lejos del epicentro europeo, Daniel Florez Ospina en Colombia y Sandra Cortabarría en Sudáfrica. El primero, en Sabaneta, reconoce que en el país cafetero la salud «nunca brilló por su capacidad o eficiencia» y que eso preocupa a la población: «Ya estaban colapsados los hospitales antes de la emergencia y ahora es muy complicado ser atendido de manera rápida«. La segunda, en Johannesburgo, afirma que los nosocomios públicos tienen los insumos para hacer el control y las enfermeras están muy capacitadas para atender cualquier emergencia, pero que el sistema «no es bueno» y que si bien existen recursos, se «deben hacer tremendas filas para ser atendido«.
Un caso especial fue el de Rusia. Hoy en día suma poco más de 4.700 afectados y fue uno de los primeros países en actuar contra la expansión cerrando sus fronteras con China el 30 de enero (a un mes del brote inicial). Esta medida fue tildada de «radical», explicó Emiliano Espinosa desde Moscú. Sin embargo, llevó al país a contener la situación sanitaria. En este sentido, el rosarino aseveró: «Para mí deja bastante que desear la salud aquí, pero eso no quita de que se actuó rápido. Por el momento trabajan de forma muy operativa y organizada». Rusia aplanó la curva, con prevención.
-Los médicos en Rusia controlan a los pacientes-
Quedate en casa
Sin vacuna ni una cura específica contra el covid-19 todavía, los gobiernos basan las medidas que aplican en los resultados que otras naciones obtuvieron, y en las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La principal y fundamental, que ha sido positiva en el epicentro del brote en China, es el aislamiento social por, al menos, 14 días, que es el período de incubación del mismo. Es decir, el tiempo que transcurre entre que una persona se infecta y aparecen los síntomas de la enfermedad.
Por eso, es esencial cumplir con los pedidos gubernamentales de aislamiento y recomendaciones sanitarias, para evitar que siga expandiéndose el virus. El alcance mundial da cuenta la gravedad de la situación, caótica en China, Italia o España y transitando las fases menores en otros territorios, como Argentina, y que, por ahora, sólo se combate haciendo caso a una simple frase: “QUEDATE EN CASA”.