Las elecciones presidenciales del próximo domingo en Brasil, marcadas por una inaudita carga de tensión entre los bandos, por agresiones físicas y verbales y por la angustia ante el futuro inmediato, llevaron a muchos ciudadanos a buscar el apoyo de psicoanalistas y psicólogos.
En un país donde la práctica analítica de Freud o Lacan está bien extendida –principalmente entre las clases acomodadas–, el malestar derivado del agresivo clima electoral se ha metido en las consultas de los terapeutas.
«El 80% de mis pacientes» expresan un sufrimiento relacionado con la elección, «es muchísimo», cuenta a la AFP Admar Horn, integrante la Sociedad Brasileña de Psicoanálisis (SBP) en Rio de Janeiro, a menos de una semana de la segunda vuelta.
«Mis pacientes tienen una angustia creciente, porque están ante lo desconocido», afirma el psicoanalista, evocando un «ambiente peligroso» e incluso «un miedo terrible de un retorno a un régimen de extrema derecha» como el de la dictadura militar (1964-1985).
«Amistades de larga duración se deshicieron, surgieron grandes conflictos en las familias y en el trabajo», continúa.
En tanto, Antonio Alberto Rito tiene la «agenda llena» con «estos nuevos pacientes que acuden con angustia y mucho miedo» a su consulta de psicología clínica en Rio.
«En casi 20 años de clínica, es la primera vez que veo esto», asegura. Existe «un clima de polarización, de negación del otro, de ira muy fuerte» en los pacientes, sean electores del candidato de extrema derecha, Jair Bolsonaro -cómodo favorito según los sondeos- o del izquierdista Fernando Haddad, agrega.
«Una paciente me dijo incluso que si yo votaba a Bolsonaro, ¡ya no iba a venir nunca más!», añade.
Los brasileños llegan a estas consultas con síntomas como «alteraciones de estado de ánimo, insomnio, pesadillas o crisis de bulimia», explica el psicólogo.
Admar Horn constata a su vez somatizaciones como «problemas de alergias o gástricos», así como «reactivaciones de ataques de pánico que habían sido superados».
Terapia de grupo
Fernando Rocha, psicoanalista de Rio y también miembro de la SPB, ve un aumento de las fobias, por ejemplo entre miembros de la comunidad LGBT, particularmente estigmatizada por Bolsonaro, «personas que habían encontrado su lugar» en la sociedad «pero que empiezan a tener mucho miedo de salir a la calle, de ser agredidas».
«Casi todos mis pacientes están muy preocupados con lo que puede pasarles, están angustiados y a veces deprimidos», resalta el psicoanalista.
En San Pablo, un centro ofreció sesiones de terapia de grupo gratuitas para ayudar a afrontar las «angustias electorales», informó el diario O Globo.
Algunos brasileños acudieron para compartir su sufrimiento ante la imposibilidad repentina de debatir racionalmente con la familia, en el trabajo o con los amigos en un país donde los ánimos están tan caldeados que en casi todas las conversaciones acaba colándose la política.
En este ambiente, los estudiantes también están mostrando «dificultades para concentrarse». «Leo todo sobre Bolsonaro, personas interpretándole, entrevistas con sus asesores… y ya no consigo ni leer un libro», confesó uno de ellos a O Globo.
Los millones de estudiantes de bachillerato que se presentarán al Enem, las pruebas de acceso a la universidad que se realizarán una semana después del segundo turno, deben conseguir separarse de sus celulares saturados de mensajes políticos -y de informaciones falsas- para apurar los últimos días de estudio antes de la prueba.
André de Souza, un elector de Rio, relató a la AFP que recibe alrededor de 500 mensajes de WhatsApp por día, a favor o en contra de los dos candidatos.
«En la cabeza del Bolsonaro»
Varios psicoanalistas fueron invitados por la revista Época a adentrarse en «la cabeza de Bolsonaro». Aunque con todos los límites de un ejercicio realizado… sin el paciente.
Varios identificaron en el excapitán del Ejército una «personalidad autoritaria» con una «crueldad patente», tendiente a la «paranoia» y con una «fragilidad narcisista».
Un psicoanalista describió igualmente una personalidad «autocentrada» y «megalómana», además de identificar una «dimensión mesiánica en el comportamiento del candidato» al que sus fieles llaman el Mito, y cuyo nombre completo es Jair Messias Bolsonaro.
Con su discurso de mano dura contra la criminalidad, el probable futuro presidente querría encarnar para los brasileños un «sustituto de padre» al que «se tiene miedo» pero al que uno «se somete a cambio de su protección», afirmó el analista.
Para Fernando Rocha, que cita los mecanismos descritos por Freud en «Psicología de las masas», Bolsonaro es una figura «idealizada» que suscita una adhesión «completamente primitiva, como él mismo».