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Volvió Nacho, porque la pertenencia se demuestra con actos


Por José Odisio

Por José Odisio

El regreso de Ignacio Scocco a Newell’s generó emoción en los hinchas, y no fueron pocos los que lagrimearon o se les erizó la piel al ver los dos ingeniosos videos que usó Newell’s para comunicar su vuelta. Pero no sorprendió a nadie en el Parque, aunque seguramente será el pase más significativo de un mercado de invierno que en medio de la pandemia difícilmente presente muchos batacazos.

¿Por qué no fue sorpresa que un delantero de jerarquía deje dinero de lado o tentaciones deportivas para regresar a Newell’s? Y la respuesta es inmediata: sentido de pertenencia. Sí, ese amor incondicional que muestran los jugadores surgidos en el Parque es un sello inexplicable para cualquiera que no sea un apasionado por el fútbol. Pero los hinchas lo entienden más que nadie. Porque es lo que es lo mismo que sienten ellos, que ponen a Newell’s por encima de todo. Y eso es lo que pasó nuevamente con Nacho. «El corazón manda», tiene tatuado en su pantorrilla derecha. Y está claro que no es una frase hecha. Lo siente y actúa en consecuencia. Por eso volvió.

Y a medida que pasen los días, una vez que los hinchas reproduzcan miles de veces los videos del regreso, y cuando la sensibilidad deje un poco de espacio a la razón, habrá que empezar a apreciar lo que puede significar Nacho futbolísticamente en este regreso. Y ahí es donde el valor de su retorno será aún superior.

Scocco está vigente. Su calidad está intacta. No por casualidad Gallardo lo esperó hasta el final, deseoso de tenerlo, aunque siempre supo que esta vez Nacho iba a privilegiar a su corazón. Y Kudelka debe estar feliz. Si hay algo que le faltaba a su equipo fue un nueve, un delantero versátil y con gol. Con plata, sin dudas Scocco hubiera estado al tope de la lista de pedidos. Pero no necesitó billetera, y eso es una ganancia que pocos equipos tendrán en este mercado deprimido por el coronavirus.

Hay que disfrutar a Nacho. Como se disfruta a Maxi y a Pablo Pérez. Porque son jugadores de jerarquía, pero sobre todo son hinchas de Newell’s genuinos, como los que sufren cada domingo en las platea y tribunas del Coloso, o frente al televisor, o una radio. Scocco es hincha de Newell’s, no necesita mostrar una foto con la camiseta de chiquito, ni tatuarse el escudo, o bramar a cuatro vientos para que todos lo escuchen. Nacho es de Newell’s porque cuando dejó que su corazón decida, siempre volvió al Parque. Como él mismo dice en el video: «Es hora de volver a casa».