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Una por una: las 13 nuevas recomendaciones de la Unesco para la apertura de escuelas


Los cuatro ejes principales son el funcionamiento seguro de las escuelas, el foco en los aprendizajes, bienestar y protección y llegar con la educación a los más vulnerables

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) actualizó hoy las recomendaciones para la reapertura de escuelas en medio de la pandemia de coronavirus.

Los consejos fueron emitidos debido a habilitaciones autorizadas en diversos países del mundo y ante «las crecientes discusiones sobre estos procesos», según informó el organismo

Las 13 nuevas recomendaciones fueron elaboradas, además de la Unesco, por Unicef, el Banco Mundial, el Programa Mundial de Alimentos y la Acnur, y actualiza las que fueron emitidas en abril pasado, cuando se cerraron totalmente los establecimientos educativos.

Las recomendaciones resumen «las nuevas experiencias adquiridas durante estos últimos meses en países tan diversos como Croacia, Perú, Nigeria, Corea del Sur, Guatemala y Austria, entre otros».

Se centran en cuatro ejes principales: funcionamiento seguro de las escuelas, foco en los aprendizajes, bienestar y protección y llegar con la educación a los más vulnerables.

En el primer eje, la recomendación es dar prioridad a los primeros grados y a las clases de preparación de exámenes, lo que puede facilitar el regreso físico a la escuela, ayudar a mitigar los impactos en las trayectorias educativas de los estudiantes y apoyar el distanciamiento físico.

También es necesario que las escuelas «puedan aplicar con éxito protocolos de salud e higiene adecuados al contexto, que incluyen la detección de síntomas, el lavado de manos, el uso de equipo de protección y los procedimientos de limpieza de las instalaciones».

Además, se recomienda la mejora de la ventilación interior, el traslado de las clases al exterior, la construcción de aulas adicionales y el escalonamiento de las horas de inicio y fin.

También la alternancia de turnos y días, la contratación de profesores adicionales para reducir el tamaño de las clases, la combinación de aprendizaje a distancia y en persona, y el aislamiento de las agrupaciones de clases entre sí.

En el segundo eje se hace hincapié en tener una «planificación proactiva» y «protocolos claros» para eventuales nuevos cierres.

También se recomienda «la simplificación del programa de estudios y la adaptación del calendario académico» para hacer frente «a la continua incertidumbre y permitir la recuperación del aprendizaje».

La Unesco y los demás organismos consideran que es fundamental «apoyar a los profesores, directores y personal de la escuela para implementar las acciones remediales y gestionar las nuevas necesidades psicosociales de los y las estudiantes».

En el tercer eje, se recomienda a los países «la comunicación oportuna y regular y el apoyo a los maestros, padres y madres y estudiantes» lo cual puede ayudar «a abordar las preocupaciones y asegurar una reapertura segura y ampliamente aceptada».

También el restablecimiento de una prestación regular y segura de servicios, como las vacunas y la alimentación escolar, «puede ayudar a que los y las niñas vuelvan a la escuela y limitar los efectos secundarios de la pandemia».

En el último eje planteado en las recomendaciones de los organismos se hace hincapié en que una financiación adicional para la educación «puede dirigirse eficazmente a las escuelas y comunidades más afectadas».

Implementar medidas de apertura específicas para grupos vulnerables «puede contribuir a apoyar el regreso de las niñas» de ese sector.

Además, las comunicaciones y la divulgación de información fundamental «puede diversificarse poniéndolas a disposición en idiomas pertinentes y en formatos accesibles» concluye el documento.