Política y Economía

Un movimiento de Cristina Kirchner permitió la unidad del PJ en el Senado


La ex presidenta sacrificó a dirigentes de su espacio y le dio lugar a los gobernadores al elegir a la ex gobernadora de Santiago del Estero como presidenta provisional de la Cámara Alta

Las bancadas peronistas y los bloques provinciales del Senado sellaron hoy la unidad en una única bancada que llevará el nombre del Frente de Todos y confirmaron que la santiagueña Claudia Ledesma será presidenta provisional de la Cámara y el misionero Maurice Closs vicepresidente.

Los senadores se reunieron en el histórico despacho del bloque del PJ, en un cónclave encabezado por el formoseño José Mayans, que presidirá la futura bancada oficialista, y la mendocina Anabel Fernández Sagasti, que será su vice, para terminar de cerrar el acuerdo.

«Seremos un solo bloque de 41 senadores, número importante para acompañar las políticas públicas de este nuevo Gobierno», expresó Mayans en una conferencia de prensa al término de la reunión, al tiempo que resaltó «el gesto» que hizo la vicepresidenta electa, Cristina Kirchner, «para conseguir la unidad».

El senador formoseño subrayó que «la principal preocupación» del peronismo que llevó a unificar a todos los bloques es «la preocupación por la situación que heredará el nuevo gobierno, que es muy compleja, con endeudamiento y con problemas en el Banco Central».

Además, confirmó a Fernández Sagasti como vicepresidenta del bloque, a la senadora electa por Santiago del Estero Claudia Ledesema (ex gobernadora de esa provincia y esposa del actual mandatario, Gerardo Zamora) como presidenta provisional del Senado y al misionero Maurice Closs en una de las vicepresidencias.

Por otra parte, al ser consultado sobre cómo quedaría la relación con el cordobés Carlos Caserio, ahora ex jefe del Bloque Justicialista a quien el presidente electo, Alberto Fernández, le ofreció un cargo en el Poder Ejecutivo, Mayans descartó cualquier tipo de cortocircuito, pero deslizó una crítica a su resistencia inicial a la unificación.

En este sentido, destacó que «el acuerdo es un esfuerzo de todas las partes», puso de relieve el «llamado de Cristina Kirchner a la unidad» para «dejar de lado las cosas chiquitas que separaban» a las distintas tribus del peronismo y remató: «Primero está la patria, después el movimiento y por último los hombres».

Uno de los elementos centrales para consolidar la unidad fue la decisión de disolver los bloques provinciales del Frente Cívico de Santiago del Estero, el Frente Renovador de Misiones, y los minobloques del PJ de La Pampa, Chubut y Tucumán para integrarse todos en una única bancada que llevaría el nombre del Frente de Todos.

De esta forma, el nuevo espacio oficialista garantizó la designación dentro del esquema de autoridades de la Cámara de senadores que hasta el momento formaban parte de esos bloques provinciales, como es el caso de Ledesma y de Closs, para consolidar la unidad de todos los sectores.

La futura bancada del Frente de Todos llegaría a tener 41 votos sobre los 72 que componen la Cámara alta, tres más de los necesarios para tener quórum propio, lo que le garantizará al nuevo Gobierno una mayoría lo suficientemente holgada como para avanzar con proyectos de ley sin la necesidad de tejer acuerdos con la oposición.