El jugador, que está en conflicto salarial con su actual club, había participado hace unos meses atrás en el programa '¿Quien quiere ser millonario?'
El defensor Gonzalo Bettini es sin dudas un personaje singular en el ambiente del fútbol porque, aún condicionado por un conflicto salarial que atraviesa en su actual club, Huracán, no abandona su militancia social y lamenta que la pandemia de coronavirus le haya retrasado las obras que proyectaba en un comedor comunitario con un dinero que ganó en un programa de TV.
A la angustia por los haberes impagos que acumula en el club de Parque de los Patricios, envuelto en un conflicto entre los jugadores y la dirigencia que encabeza el presidente Alejandro Nadur, la combate con una firme convicción solidaria.
«Lo que más lamento de la suspensión del fútbol, al margen de la situación que me toca vivir, es que frenó las obras que teníamos proyectadas para el comedor comunitario Mamá Sopa, que tanto necesitan los vecinos de la villa 21-24», le cuenta a Télam.
Es que en ese comedor del barrio porteño de Barracas, «bien organizado por Daniel y Valeria», un matrimonio vecino del lugar, «había instalado una biblioteca con libros de cuentos y otro temas, por lo que se estaba organizando un taller de literatura, que se debió suspender», explica el lateral derecho.
Desde que lo acercó un amigo a esa barriada tan necesitada, en 2017, el ex jugador de Banfield –campeón de la B Nacional 2014- entendió que, además de alimentos e indumentaria, a la gente «le falta educación e incentivos para crecer».
«Mi propósito con algunas charlas que ofrezco es poder generar una apertura de la mente, transmitir el mensaje de que hay un mundo afuera por el que pueden trabajar, crecer y valerse por sí mismos,para que no dependan de otros», subraya el porteño, de 27 años de edad.
Mientras tanto «son 130 personas, entre chicos y grandes, que comen allí todos los días, y ahora se llevan viandas por la cuarentena», indica Bettini, que en la temporada pasada cuando jugaba en Rosario Central –ganó la Copa Argentina 2018- acercaba ropa y alimentos que le ofrecían los rosarinos.
«Ahora tengo donados 100 mil pesos que gané en diciembre en el programa ‘¿Quien quiere ser millonario?’, en el que participé para sumar la mayor cantidad de dinero posible y así hacer la ampliación del comedor y otras cosas necesarias, que también se debieron suspender», relata.
En referencia a ese ciclo televisivo emitido por Telefe, el futbolista de Huracán se sintió reconfortado al advertir «lo que disfrutaron Daniel y Valeria -que lo acompañaron- de conocer un estudio de televisión y al conductor Santiago Del Moro» porque eso es lo que pretende para los habitantes de la 21-24: «Un crecimiento a medida que conozcan otros atractivos de lo existente fuera de los límites de la villa», manifesta.
Por otra parte, recordó algunas de sus primeras acciones solidarias, no solamente llevando alimentos y otros productos sino también realizando eventos como «una clínica de fútbol con regalos de pelotas, que donaron unas chicas amigas».
Esa charla que ofreció Bettini terminó «con un partido en la canchita del barrio donde se entremezclaron, chicos, pibas y sus padres. Fue tan lindo ver divertirse a las familias».
Eso lo llevó a reflexionar sobre su lado más íntimo: «Considero que tuve la oportunidad de crecer en una familia en la que no faltó nada y disfruto del privilegio de ser jugador de fútbol. Siento la necesidad de estar al lado de los que poco y nada tienen, ayudarlos y aportarle un buen mensaje».
Por estos días de aislamiento obligatorio. como no puede ir a ‘Mamá Sopa’, cercano al estadio de Huracán, se comunica seguido con los encargados del comedor porque su misión «es orientarlos en todo lo que pueda».
Con ese espíritu, Bettini dedica, también, su tiempo a orientar y aconsejar a los juveniles de las inferiores del ‘Globo’, como antes lo hizo en Banfield y Rosario Central. Porque una pandemia puede suspender el fútbol, pero no su solidaridad.