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Siguen los enfrentamientos

Turquía y los kurdos se acusan mutuamente de romper el alto fuego en Siria


 

Turquía y milicias kurdo-sirias que eran aliadas de Estados Unidos se acusaron hoy mutuamente de romper el alto el fuego negociado por Washington en el noreste de Siria luego de días de ofensiva turca.

Las milicias kurdo-sirias emitieron un comunicado en el que afirman que Turquía no cumplió con el acuerdo y que mantiene el sitio sobre la ciudad fronteriza siria de Ras al Ayn.

La nota agregó que transcurridas 30 horas desde el inicio del alto el fuego de cinco días, que entró en vigencia el jueves, todavía había enfrentamientos dentro de la ciudad y el personal médico no podía ingresar para socorrer a los heridos.

Combatientes turcos rodearon Ras al Ayn antes de que se declarara el alto el fuego y durante gran parte del viernes se registraron combates allí y en aldeas vecinas.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una organización con sede en Londres y una red de informantes en el terreno, informó que combatientes turcos bloquearon los ingresos de Ras al Ayn para impedir el ingreso de un convoy con medicamentos.

Por su parte, el Ministerio de Defensa de Turquía aseguró que estaba «cumpliendo completamente» al acuerdo de alto el fuego y acusó a lo combatientes kurdos de haber llevado realizado «ataques y hostigamiento» en las últimas 36 horas, la mayoría en Ras Al Ayn.

Detalló que los kurdo-sirios están usando morteros, cohetes, ametralladoras pesadas antiaéreas y antitanques. Además, aseguró que está en «coordinación instantánea» con Estados Unidos para garantizar la continuidad de la calma.

El acuerdo alcanzado por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, contempla que los combatientes kurdo-sirios se retiren de una franja de territorio a lo largo de la frontera turca durante el alto el fuego.

Las fuerzas kurdas, que no participaron de las negociaciones aunque se comprometieron a cumplir con la pausa, no prometieron abandonar el territorio.

Erdogan advirtió ayer que relanzará su asalto el martes, cuando el acuerdo se agote, si los combatientes kurdos no dejan libre la zona de 30 kilómetros de profundidad a lo largo de la frontera.

Los combatientes kurdos se vieron obligados a descuidar la seguridad de los campos de detenidos de miembros del grupo extremista Estado Islámico (EI) permitiendo que algunos prisioneros se escapen.

Unos 40 presuntos miembros del grupo que se habían escapado fueron recapturados y señaló que otros 195 ya habían sido atrapados nuevamente, informó el ministro del Interior turco, Suleyman Soylu, en declaraciones trasmitidas por la televisión turca.

Erdogan acusó a los kurdos de haber liberado a unos 750 miembros y familiares del EI, algo que los kurdos niegan. Ellos afirman que los extremistas escaparon de su campamento hace una semana después de atacar a los guardias de seguridad.