Con 17 años decidió comprar gallinas y codornices para producir huevos y venderlos para mejorar la casa de cartón y nylon donde vive con sus padres. Desde Mendoza dialogó con CLG
Por Gonzalo Santamaría
Thomas Belloti tiene 17 años y vive en Mendoza, cerca de los cerros y del viejo camino a Chile por la ruta de Luján de Cuyo. El joven dejó atrás un linfoma de Hodgkin, un cáncer que afecta a una parte del sistema inmunológico, y se supera día a día para ayudar a su familia. Lleva adelante un emprendimiento de cría de gallinas y codornices que nació casi como un escape y con la idea de dar un paso hacia delante.
La historia de Thomas tiene muchos comienzos o se podría contar de varias formas. Primero superó un cáncer, luego fue beneficiado con una beca del Fonbec (Fondo de Becas de Mendoza) y más tarde decidió utilizar su tiempo y ese dinero para emprender. En cada punto el mendocino tiene algo para decir.
La familia de Thomas, compuesta por su papá y su mamá, se tuvo que mudar por un problema con sus vecinos. Los terrenos de una de sus tías los acogieron, de todas formas las necesidades edilicias los abruman. «Es un lugar bastante abierto, vivimos cerca de los cerros, en la antigua ruta que va a Chile. Este lugar está muy alejado de la ciudad y tenemos que bajar una vez por semana a buscar insumos a Luján para tener toda la semana«, contó el joven mendocino en exclusiva con CLG.
Su casa es de cartón y nylon. Cuando llueve es un historia aparte, pero de todas formas piensa edificar sobre el terreno: «Con mi papá y mi mamá la hicimos lo más habitable posible», relató, pero reconoció: «Entre el calor y la lluvia, siempre surge un problema en la casa».
Desde allí comenzó su emprendimiento: vende huevos de gallina y codornices. El mendocino es apasionado por los animales, tiene dos gatos que rescató y un perro, y la sonrisa se le dibuja en la cara cuando ve cómo se recuperan.
El tío entendió que Thomas se apasionaba por los animales y le regaló un pollo, «a partir de ese momento me empezaron a gustar más». Ahora intentará estudiar la carrera de veterinario con el apoyo de Fonbec.
«Decidí comprarme tres pollitos a 100 pesos, porque no me podía dar el lujo de comprarme otra cosa, y después de eso vi que era buen negocio, pero nunca lo pensé así, sino más como un hobby», detalló el adolescente sobre los primeros pasos.
Después de eso fue por más e invirtió en codornices y ahí creció más su dedicación. Se levanta todas las mañanas y antes de desayunar camina y controla a sus aves. «Veo que tengan agua y comida», contó con mucho entusiasmo, para luego agregar, y mostrar sus conocimientos en la materia: «Las gallinas son muy territoriales y con los gallos se pelean».
Fonbec llegó a través de la doctora Lubizky, quien atendió a Thomas en su tratamiento contra el linfoma de Hodgkin (un cáncer que afecta a una parte del sistema inmunológico). Ella le presentó a una integrante de la Fundación y a fines de 2018 lograron la beca. «Nunca me esperaba tenerla y también me dijeron que me iban a recomendar en la universidad», sostuvo.
Además de su padre y madre, el joven tiene cuatro hermanos y un quinto que falleció antes de que nazca Thomas. En ellos encontró un apoyo primero para enfrentar su enfermedad y luego para impulsar su proyecto, con el que consigue más de 120 huevos diarios.
«Somos muy unidos, mis padres se han peleado miles de veces y siguen juntos, hace 42 años que están juntos, mis hermanos cada uno tiene su casa, pero siempre nos visitamos. Uno de mis hermanos me ayudó al principio y mi cuñado también se puso mucho las pilas. Además me regalaron una gallina y una de mis hermanas me compró el alimento«, recordó Thomas ante CLG y deslizó con quién tiene una relación más estrecha: «A mi papá lo vivo molestando y él me banca todo lo que hago».
El próximo paso que espera dar el mendocino es retornar a la escuela ya que con el tratamiento primero y con las clases virtuales después hace más de 18 meses que no tiene contacto alguno. «Fue muy difícil porque no tengo conexión a Internet, tenía una notebook, pero se rompió y nunca la pude arreglar», esbozó.
Su cáncer está curado, de todas formas continúa con el tratamiento y cada tres meses se debe hacer controles. «Lo tengo dormido, pero todos los días me fijo en el cuello si me crece algo«, cerró el adolescente desde la provincia cuyana.
Cómo ayudar
Quienes deseen asistir a Thomas pueden llamar al 261 – 5256400. Necesita materiales para el gallinero y para construir su casa. Se puede donar dinero a través de Mercado Pago.