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Entrevista CLG

Sietecase: “En Argentina el periodismo hoy no es importante”


Por Ariel Gómez

Formado profesionalmente en su Rosario natal, Reynaldo Sietecase es uno de los periodistas más importantes de los medios de Buenos Aires. Actualmente conduce La Inmensa Minoría, en Radio Con Vos, y es columnista del noticiero de Telefe. Ganador de siete premios Martín Fierro, lleva un largo recorrido dentro del periodismo. Sin embargo, la literatura y la poesía atraviesan su vida. Y sus textos y poemas forman parte de El amor muerde, un espectáculo que lleva a cabo desde hace cuatro años junto a la cantante Sandra Corizzo, y que este sábado 25 de agosto, a las 21.30, tendrá su función final en el centro Cultural Atlas (Mitre 645).

El encuentro, la pasión, el sexo, la rutina, la ruptura y la vuelta, son las distintas etapas del amor que narra esta cruza de música y poesía. “Comenzó casi como un juego porque Sandra venía a Buenos Aires, y acá, que somos una especie de ‘mafia de los afectos’, como suelo llamar a los rosarinos que estamos en los medios, cada vez que viene alguien a cantar, a una muestra o a trabajar, enseguida nos avisamos y tratamos de dar una mano”, cuenta Sietecase, en diálogo con CLG y agrega: “Con Gerardo Rozín y Luis Novaresio, a Sandra la conocemos hace mucho. Empezamos a ir a sus recitales, a acompañarla, leer algún texto, y en ese juego salió la idea y terminamos armando un espectáculo con sus canciones y mis poemas en torno al amor y el desamor. Luego de alrededor de 20 presentaciones en Capital Federal y cinco en Rosario, la idea es darle un cierre a este espectáculo. Eventualmente, si volvemos a reunirnos, será con otra cosa”.

A diferencia de otros periodistas, Sietecase es un escritor y poeta que se ha dedicado al periodismo, cuando en muchos de sus colegas el camino ha ido en dirección contraria. “Esta aventura con Sandra tiene que ver con eso. Hago periodismo, hablo de política, analizo la realidad, trabajo en un noticiero hace ocho años, hago radio todos los días, pero también soy escritor y poeta. Nunca tuve un conflicto con eso pero le doy más visibilidad y más atención”, y afirma que en él conviven el periodismo y la literatura: “Escribo poesía desde los 17 años y hace quince que lo hago con la narrativa. Aquí lo singular es que vuelvo a decir mis poemas, que no es novedoso porque ya hice un espectáculo con Miryam Cubelos hace unos treinta años, pero nunca como actor, sino como poeta o un escritor que lee, por eso trabajo con un atril. Algunos me preguntan para qué lo uso, si los sé de memoria, pero igual los quiero leer, porque no quiero salir de mi rol. Estoy en una etapa en la que reivindico la posibilidad de leer mis textos, sobre todo los poéticos”.

Cuando se le pregunta por la poesía, su voz transmite la comodidad que da saber de lo que se habla. “Hay material y muy bueno, se escribe mucho. Las grandes editoriales no publican poesía pero tengo en mi casa de Buenos Aires una biblioteca de entre 400 y 500 libros, así que igual se publica bastante. Trato de leer todo lo que puedo y son muchos los autores que me acercan sus libros”. Sostiene que hay muy buenos poetas jóvenes en Buenos Aires y Rosario y rescata a Mariano Schuster, a Oscar Bondaz y su libro Fragmentos de río, al pergaminense Reynaldo Uribe y a la rosarina Victoria Lovell y su Olvidante.

Aunque venís seguido a la ciudad, ¿estas presentaciones ante el público rosarino tienen un sabor especial?

— Disfruto y mucho al público de Rosario. Por ejemplo, fue hermoso cuando presenté en la Feria del libro mi última novela. Había un montón de gente y sentí el cariño. Hacía tiempo que no me pasaba algo así. Por dar charlas o por las presentaciones de libros se da muy seguido que esté hablando ante el público, pero no me había pasado nunca lo de la Feria. A veces dudo en contarlo porque parece medio esotérico, pero lo sentía físicamente, era algo especial, una energía de cariño y afecto muy lindo.

¿Cómo estás viendo al periodismo en la actualidad?

— Creo que está en la misma coyuntura que hace unos años. En Argentina, sobre todo después que el gobierno anterior terminó enfrentado fuertemente con el campo y con el Grupo Clarín, el periodismo dejó de ser importante. Estamos en un período en el que importa el cómo afectar a tu enemigo con lo que emitís. Intento sobrevolar eso porque no me siento un soldado de ningún bando, sino que trato hacer periodismo. Y hay una cantidad grande de periodistas que quieren hacer lo mismo, y ese es el gran desafío, más allá de dónde se ubiquen o cuál sea su ideología. Cómo contar, por ejemplo, que estamos ante una investigación judicial que puede marcar un antes o un después en Argentina, sin decir que el juez que la lleva adelante es parcial, muy amoldable al poder político de turno. Pero una cosa no quita la otra. A mí me parece muy importante entender que la misión del periodista es tratar de funcionar como un espejo plano, o sea reflejando todo, no lo que nos conviene a nosotros o al medio en el que trabajamos. Creo que ese es el gran desafío del momento, y nos merecemos una discusión profunda en la profesión.