Binner

Rubén Galassi: «Para Hermes Binner la salud nunca tuvo límites ni fronteras»


El ex ministro de Gobierno de Santa Fe se sumó al reconocimiento al médico socialista impulsado por CLG. "La perspectiva histórica le permitirá ver a la ciudadanía la real dimensión de su obra", indicó

Por Rubén Galassi

Hermes Binner fue un estadista cuya obra no alcanzó más relevancia porque las circunstancias políticas solo le permitieron ser ocho años intendente de Rosario y cuatro gobernador de Santa Fe. Esa representación institucional es, para un dirigente de un partido pequeño, un logro titánico, de hecho, inédito hasta 2007 en la historia política Argentina. Y sin entrar a considerar las representaciones que define la voluntad popular, no tengo dudas que como sociedad no aprovechamos a pleno la dimensión social y política de Hermes.

Su legado habría sido infinitamente superior si hubiese podido ocupar otros roles institucionales en Argentina. Ministro de Salud, seguramente. Presidente, porque no. Si llegaron a esos lugares Menem, De la Rúa y Macri, por ejemplo. La dimensión política de Binner era incomparable. Pero no pudo ser y personalmente aceptó la voluntad soberana de la ciudadanía argentina.

Mirá también: Hermes Binner, el hombre que hizo de Santa Fe un ejemplo de salud pública

Igual, desde los lugares que ocupó nos dejó una huella imborrable. No voy a referirme a toda su obra de gobierno, que fue inmensa. Sólo mencionaré algunas líneas del sistema de salud que nos legó y que enorgullece a todos los santafesinos.

Nuevos hospitales, centros de salud, de especialidades médicas, fabricación de medicamentos, tecnología de punta, articulación intersectorial y, fundamentalmente, recursos humanos para desarrollar un sistema de salud en red, de calidad y acceso universal. Que aborda la salud desde la oferta y desde la atención primaria hasta la alta complejidad.

Mirá también: Lifschitz: “Binner fue un visionario que soñó con una salud pública de calidad”

Su visión y decisión está plasmada en el sistema de salud municipal de Rosario y, en menor grado de desarrollo por cuestiones temporales, en el de la provincia de Santa Fe.

El Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, el Cemar, Cemafe, el nuevo Iturraspe, los de Venado Tuerto y Reconquista, los cientos de centros de salud y los laboratorios de industria farmacéuticas hablan por sí solos de su legado. La perspectiva histórica que da el paso de los años le permitirá ver a la ciudadanía la real dimensión de su obra, igualmente hoy muy valorada.

Mirá también: Hermes Binner: tributo a la salud pública

Tengo muchos recuerdos con Hermes vinculados a la acción de gobierno y, particularmente, en salud. Pero elijo uno, por su trascendencia y por el momento histórico. A mediados de 2001, cuando la tragedia social y económica golpeaba las puertas de la sociedad argentina, Hermes Binner encabezó la inauguración de una obra que había sido un gran anhelo, uno de sus sueños: el Centro de Oncología Pediátrica en el Hospital de Niños Víctor J. Vilela. Era para Rosario y para el país. Porque para Hermes la salud nunca tuvo límites ni fronteras. Y era para los niños y niñas a quienes también dedicó buena parte de su vida y acción de gobierno. Ese era su desvelo y su utopía. Una sociedad mejor cuyos cimientos eran una niñez con salud, educación y felicidad.