Ciudad

Retiran vallas y suspenden obra del Museo Castagnino: «Nos genera mucha tristeza»


El proyecto de remodelación y ampliación del espacio cultural fue cajoneado por la provincia. Desde la fundación del lugar lamentaron la decisión, mientras hoy continuaban las tareas de desmantelamiento en la zona

Las vallas que rodeaban al Museo Castagnino desde hace un año en el marco de un proyecto de ampliación que nunca comenzó fueron retiradas a principios de esta semana, lo que confirmó la suspensión de la obra tan necesaria para el icónico espacio cultural de la ciudad. «Nos genera mucha tristeza», aseguró ante CLG el vicepresidente de la Fundación Museo Castagnino, José Gabriel Castagnino. Este martes los trabajos continuaban en el lugar, con el retiro incluso de árboles.

Durante el último lunes operarios sacaron los postes y las vallas que rodeaban al lugar, en Oroño y Pellegrini, y así se liberó una parte de espacio público donde se proyectaba una extensión del área cubierta del museo, ya que, claramente, al menos por ahora no hay fondos para realizar la obra. La iniciativa que estaba en manos de la provincia contemplaba un presupuesto para la ampliación y refacción en torno a los 270 millones de pesos.

La tarea del personal municipal continuaba este martes, con varias cuadrillas trabajando en la zona para la limpieza del terreno. Además, también se sacaron algunos árboles.

«Recibimos la noticia con una pena importante y mucha tristeza, sobre todo después de cuatro años de mucho trabajo, tanto de la fundación como de la Bolsa de Comercio, del Colegio de Arquitectos, de los mismos integrantes del museo y de un montón de rosarinos que apostaron desde lo económico para tener el segundo museo más importante de la Argentina», lamentó José Gabriel Castagnino.

Si bien el vicepresidente de la Fundación Museo Castagnino dijo que «es algo que sabíamos que iba a pasar porque ya estaba avisado», sostuvo que «verlo es como velar a una persona que sabés que no va a volver, porque va a ser muy difícil retomar la obra, a menos que los administradores temporarios de la cosa pública, tanto a nivel local como provincial y también nacional, decidan lo contrario».

De todas maneras, el hombre afirmó: «No vamos a bajar los brazos, redoblaremos el esfuerzo». Y agregó: «Somos un grupo de vecinos de Rosario que le ponemos el cuerpo y el alma a un trabajo ad honorem para hacer brillar el museo que debe tener la ciudad, la provincia y la Argentina. No está muerto quien pelea».

La paralización de la obra se da en un momento crítico, dado que el edificio creado en 1937 se encuentra en un pésimo estado. En las semanas anteriores, cuando hubo varios días de lluvia, el agua se filtró por las paredes y las goteras amenazaron con dañar los cuadros, por lo que varias obras de renombre debieron ser trasladadas. Además, el lugar se construyó para albergar 400 obras de arte y hoy tiene casi 5.000, por lo que el espacio escasea y los cuadros se acumulan en los depósitos y en salas que eran para exposición, en condiciones inapropiadas para su conservación.

A pesar de la repercusión que generó en la ciudadanía el desmantelamiento de la obra y el profundo deterioro del segundo museo más importante del país detrás del Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires, José Gabriel Castagnino contó que no volvieron a dialogar con las autoridades provinciales y tampoco con el flamante secretario de Cultura de la Municipalidad, Dante Taparelli, a quien dijo que invitarán a recorrer el museo.

«Nosotros estamos siempre a disposición para cooperar y articular políticas públicas con iniciativas privadas; nuestro objetivo es propositivo, la idea es buscar financiamiento nacional o internacional cuando el Estado local o provincial no pueden aportar», cerró el entrevistado.