Este sábado se juega la primera final entre Boca Juniors y River Plate y son diez los jugadores que deben cuidarse de no recibir tarjetas amarrillas, ya que están al borde de la suspensión por acumulación.
Boca tiene al límite al defensor Lucas Olaza, a los volantes Nahitán Nández y Pablo Pérez y al delantero Cristian Pavón, mientras que River Plate acredita a los defensor Javier Pinola y Jonatan Maidana, a los volantes Enzo Pérez y Gonzalo Martínez; y a los delanteros Rafael Santos Borré y Lucas Pratto.
En caso que el árbitro chileno Roberto Tobar los advierta con una nueva tarjeta amarilla se perderán el partido desquite en el Monumental del 24 de noviembre.
La Conmebol no dispuso la quita de tarjetas amarillas acumuladas durante el certamen para la final y por lo tanto esos diez jugadores deberán cuidarse si pretenden jugar la revancha.