Opinion Chino

Opinión leprosa: «¿Se puede estar peor? Sí, se puede»


Juan José García

Por José Odisio

Por José Odisio

¿Se puede estar peor? Sí, se puede. Esa parece ser la triste realidad de Newell’s. La crisis futbolística no toca fondo, y aquellos que creían que la salida de Gamboa y la improvisación de un DT interino iba a acomodar algo, la realidad en pocos días le demostró lo contrario. Taffarel trajo mayor confusión, desorientación dentro de la cancha, se entusiasmó con la idea de acomodar defensivamente al equipo sumando gente atrás, pero eso fue un veranito ante Aldosivi. Logró que Castro, el mejor de Newell’s, pase a ser de los peores, y sus decisiones a la hora de realizar los cambios tienen rasgos de amateurismo. Y lo peor, la sensación es que el equipo asume que es un interinato y eso le quita motivación a todo. Siete partidos por delante son muchos puntos, la dirigencia algo debe hacer.

Taffarel está lejos de ser el culpable de este presente futbolístico, pero ya demostró que no es solución, ni siquiera un parche. Y eso acorta los tiempos de la dirigencia a la hora de buscar reemplazante. No está mal pensar en Heinze, Beccacece o Berizzo, pero esperar lo imposible va quitando opciones posibles, como Diego Dabove, que arregló con Banfield.

Astore tampoco es culpable de este presente, pero ahora es el responsable. Y la urgencia lo obligará a actuar con firmeza y celeridad. Porque es imposible pensar que Newell’s puede afrontar los 21 puntos que le restan a este torneo con la desidia y la improvisación que se vio ante Sarmiento. Hoy los promedios son una preocupación que aún se ve lejana, pero dentro de poco puede ser algo más real, por eso se necesita tomar decisiones inmediatas, con el margen lógico de error, pero tratando de equivocarse lo menos posible.

Los jugadores no ayudan. El nivel general es malo, Newell’s es un equipo de aplazo fácil. Y cuando alguno se revela, parece que se lo castiga, como sucede con Nico Castro, que hace dos partidos que trata de entender de qué juega. No hay dudas que el plantel está mal física y anímicamente, pero un nuevo DT puede darle ese toque de motivación que al menos permita llegar dignamente a la orilla, a diciembre. Y ahí, barajar y dar de nuevo.

La situación es preocupante, cuando se parece tocar fondo… hay más fondo. Y entonces se buscan culpables, que obviamente los hay, pero hoy hay que enfocarse en la solución, porque la imagen del equipo ante Sarmiento y las decisiones de Taffarel piden a gritos definir y cerrar al nuevo entrenador.