Por Enrique Genovar
Por Enrique Genovar
Central ya no es el del semestre pasado. El equipo de Miguel Ángel Russo ha tenido un arranque de la Copa de la Liga discreto en cuanto a puntos. La afectividad de más del 50 por ciento que tuvo el Canalla en la primera parte del año ya no es tal. Pero este presente, para ocuparse, no es ilógico.
Es que tras vender a Alejo Veliz, la comisión directiva tomó una decisión que podía llegar a tener injerencia en esta segunda parte de 2023 y se está viendo.
Si bien nada ni nadie asegura éxitos deportivos el hecho de hacer un mercado de pases pensando más en el futuro que en el presente ha traído consecuencia. Y esto se sumó a una merma física del plantel que hoy repercute en los partidos que lleva disputados Central en esta torneo.
La salida del juvenil delantero generó una búsqueda por un reemplazante que terminó siendo infructuosa. Y para reforzar la parte ofensiva no llegó un jugador con características de centrodelantero. La decisión de apostar por Octavio Bianchi y por Martínez Dupuy hasta ahora no ha resultado y esto tuvo como agravante la lesión que sufrieron los dos.
Por otro lado, los que llegaron, salvo Tobías Cervera, no jugaron un solo partido como titular. En conclusión lo que se ha visto es el mismo equipo del semestre pasado pero sin Véliz.
La comisión directiva ha explicado que tiene como objetivo sanear el club. Lo cual es loable y si se logra sería un hecho histórico. Pero esa decisión podía llevar acarrear riesgo en lo futbolístico y hoy se está viendo. Central ya no luce como lo hacía antes. Le han agarrado la mano y el cuerpo técnico continúa con la misma idea que cuando estaba Veliz. Es hora de modificar, porque el delantero ya no está y hoy no se ha visto aún quién lo pueda reemplazar.
El equipo está lejos en este arranque de pensar en terminar dentro de los primeros cuatro de su zona y ya no está tan cómodo en la tabla acumulada que designará los clubes que jugarán a nivel internacional el año que viene. Lo que pasa no es ilógico, los directivos están para tomar decisiones y está bien, pero lo cierto es que eso trajo un correlato negativo en lo que pasa dentro del campo de juego y la magra cosecha está a la vista.