Ciudad

Medidas parciales y controles ineficientes: parques repletos en Rosario a pesar de la «alerta epidemiológica»


Foto Juan José García

Mientras algunos enfermos tardan en encontrar camas, en los espacios verdes de la ciudad se observa falta de distanciamiento social y nulo control del Estado

Mientras se espera por posibles nuevas restricciones para Rosario, que de acuerdo al gobierno nacional está en «alerta epidemiológica y sanitaria», este fin de semana volvieron a quedar expuestas la irresponsabilidad social y la inadmisible falta de control por parte del Estado, que no es capaz de hacer cumplir las parciales e ineficientes medidas adoptadas para frenar la segunda ola de coronavirus. Es que mientras muchos tardan horas en encontrar una cama para ser atendidos, los parques y espacios públicos de la ciudad estuvieron repletos de personas sin distanciamiento y se vio poco el uso de barbijo. Todo eso frente a la atenta mirada de los agentes de control, como puede apreciarse en la foto de portada.

Las imágenes en la costa central que relevó CLG en una recorrida evidencian que muchos rosarinos y rosarinas consideran que el aire libre hace las veces de escudo protector y se animan a sentarse en el pasto, aunque en burbujas, pegados unos con otros. Incluso, la mayoría se quita el tapabocas para charlar o tomar mate, muy lejos de la necesidad de limitar los contactos sociales. Lo mismo sucede en los grandes supermercados de la ciudad donde el amontonamiento es cosa de todos los días.

Está en manos de los gobiernos provinciales y municipales aplicar medidas a tiempo para evitar un desastre sanitario aún peor. De no modificarse esta situación, el final ya es conocido: duplicación de casos, más muertes y más dolor. En algún momento de este proceso pandémico, se pensó que la sociedad iba a aprender la lección o que el Estado podría (por fin) brindar alguna respuesta eficiente y con sentido común. Lamentablemente, nada de eso pasó ni va a pasar. Es que el relajamiento de la población es tal que ya no se respetan las medidas básicas para prevenir los contagios, sumado a que el acompañamiento de las autoridades locales inexistente.

La pandemia no solo que no pasó, sino que está más latente que nunca. El país y la ciudad están en el momento más crítico desde que llegó el virus. Lejos de aminorarse, las medidas para evitar una crisis sanitaria deberán aumentar. Porque, a fin de cuentas, lo que está en juego no es poder reunirse o no con amigos en un espacio verde, sino la vida de cientos de rosarinos.