El hombre que el sábado último asesinó a machetazos a su ex pareja y luego se suicidó en la localidad correntina de Sauce había sido denunciado por violencia de género nueve veces por su ex esposa y una por la víctima, según informaron familiares de ambas.
Mediante una publicación en Facebook, la hija de Pedro Piciochi, recordó que su madre, Nélida Beloqui, realizó nueve denuncias contra su padre por violencia de género hasta que no tuvo opción de escaparse a Buenos Aires.
También lo había denunciado por el mismo motivo su última ex pareja, Gladys «Betty» Cardozo, asesinada el sábado, según aseguró el hermano de la víctima en declaraciones a Radio Dos.
«Lo había denunciado pero la Justicia no tomó el caso con seriedad”, expresó Rubén Piris, hermano de Cardozo, quien agregó que al momento del ataque “se presume que ella (Betty) estaba durmiendo o bajo los efectos de algún fármaco, porque no tiene signos de defensa”.
El hombre contó su hermana no se acercaba a su ex pareja porque tenía una perimetral y estimó que si se encontró con él seguramente fue bajo amenazas. Es que el femicidio fue cometido la madrugada de el 27 de este mes en la humilde vivienda del atacante, situada en una zona rural de Sauce, donde luego Piciochi se ahorcó.
Piris cuestionó el accionar de la Justicia en base a la gran cantidad de denuncias previas que pesaban contra Piciochi de su ex mujer. «Ella tuvo la oportunidad de escapar, pero mi hermana no tuvo la misma suerte”, expresó.
En el mismo sentido se manifestó a través de la red social Facebook una de las hijas que Piciochi tuvo con su primera esposa, Beloqui, quien publicó una carta titulada «Crónica de un femicidio anunciado».
La joven relató que su padre casi mata a su madre, quien “está viva de casualidad”.
Contó además que su madre tuvo que huir a Buenos Aire y que a pesar de las denuncias -y de haber estado preso- su padre salió “en libertad sin ningún tipo de control”.
“Ayer recibo la noticia que asesinó a esta señora, madre de seis hijos, a machetazos y luego se suicidó. Se me revuelven las tripas de tanta impotencia. Hicimos lo que pudimos, mendigué Justicia para que lo condenen y nos dejen ser querellantes en la causa y no lo logré”, se lamentó la joven.