Los ex presidentes de Brasil, Luiz Inácio «Lula» da Silva y Dilma Rousseff, del opositor Partido de los Trabajadores, fueron procesados y enviados a juicio este viernes en base a una denuncia de la fiscalía de que participaron de una asociación ilícita durante sus gobiernos, informaron fuentes judiciales.
La decisión que abre la etapa de juicio sobre la acusación fue tomada por el magistrado de Brasilia Vallisney de Souza Oliveira, quien aceptó la denuncia sobre que el PT actuó como una organización ilícita que financió la política ilegalmente mediante desvíos de empresas públicas.
Lula se encuentra detenido y condenado en dos instancias por corrupción, al atribuirsele la propiedad oculta de un departamento en la playa de Guarujá, desde el 7 de abril sentenciado a 12 años y un mes de prisión.
Este es el primer procesamiento de Rousseff, que aparece como responsable de esta asociación ilícita ya que el ex fiscal general Rodrigo Janot, autor de la denuncia, considera que el gobierno fue utilizado para delinquir en empresas estatales.
La acusación indica que hubo ventajas millonarias con delitos relaciones al Ministerio de Minas y Energía, Petrobras y contratos con constructoras como Odebrecht, Andrade Gutiérrez, OAS y UTC además de sospechas en un préstamo del bando de desarrollo BNDES al frigorífico JBS.
Otros de los procesados son el detenido ex ministro de Economía Antonio Palocci, quien negocia una delación para obtener la libertad, y el también el ex ministro de Economía Guido Mantega.
El juez pidió a los procesados respuestas por escrito en el plazo de 15 días para rebatir las acusaciones.
El año pasado, el entonces fiscal general Janot consideró que la organización criminal actuó desde 2002 a 2016, período de gobierno de PT, con designaciones en las empresas estatales.