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La psicóloga Cristina Goytia recibió el Diploma de Honor del Concejo: «Fue un reconocimiento a las ONGs»


La experimentada psicóloga oriunda de Carcarañá y radicada en Rosario fue homenajeada en un recinto junto a colegas, familia y la ONG que abrió hace 25 años, "Anímese: Taller de Fobias, Ansiedad y Miedos"

El Concejo Municipal de Rosario otorgó el jueves el Diploma de Honor a la psicóloga Cristina Goytia en el Recinto de Sesiones por su trayectoria y aporte a la comunidad. La profesional es autora de libros, miembro y presidente de la organización Pro Rosario y creadora de “Anímese”, un grupo de ayuda en trastornos de ansiedad y fobias. Además es traductora pública, profesora de inglés y se especializó en psicología cognitiva en la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos. También en su trayectoria se destacó su participación en congresos en muchos lugares del mundo. La iniciativa nación de Ana Inés Otaegui, presidenta de la ONG Anímese y la concejala Julia Eva Irigoitia, del bloque Todos Hacemos Rosario. «Es una etapa más. Sobre todo me gusta porque fue un reconocimiento a las ONG que hay tantas y trabajan tanto que a veces no es tan visibilizado. Me parece bueno que se ocupen de la gente que hacen cosas solidarias», señaló la agasajada en diálogo exclusivo con CLG y destacó la presencia de varios referentes de distintas ONGs.

Goytia aseguró que no esperaba el reconocimiento, porque si bien estaba estipulado para antes de la pandemia, «el coronavirus nos cambió la vida. Así que me puse muy contenta cuando me avisaron de nuevo, estoy ‘chocha’«, remarcó.

Además de la autora y de la persona distinguida, que ocupó el Palco de Honor “Manuel Belgrano” junto a su hija Cristina Álvarez Goytia y su nieta Sol Fasolato, también asistieron representando al Cuerpo, las edilas Silvana Teisa, de Todos Hacemos Rosario; Verónica Irizar, del bloque Socialista y María Fernanda Gigliani, de Iniciativa Popular. Entre otros presentes, se encontraba el médico distinguido, Alberto Muniagurria y José Castagnino de Fundación Museo Juan B. Castagnino.

Goytia es fundadora del grupo gratuito “Anímese”: Taller de Fobias, Ansiedad y Miedos que hace poco tiempo cumplió 25 años. «A fin de año vamos a sacar el libro de Anímese con 25 testimonios de gente que pasó», apuntó la mujer y contó que a lo largo de este cuarto de siglo pasaron casi 3 mil personas por el grupo.

«El armado de cualquier institución, libro, celebración y/o cualquier cosa requiere de una energía especial y la tuve. Y la concejala que me dio el premio reconoce eso de no bajar los brazos y que además contagia al resto que me acompaña«, apuntó la profesional que también dedicó su vida a escribir dos libros.

Por otra parte, dirige el Instituto de Orientación Cognitiva (POC) y en la faz comunitaria fue por tres períodos presidenta de Mujeres de Negocios y Profesionales de BPW Argentina. Además preside la «Asociación Pro Rosario», que se inició en el año 2004 con el objetivo de promover los valores culturales y patrimoniales de la ciudad. Esta ONG publicó el libro ícono “Rosario Mirando Arriba” sobre las cúpulas, torres y remates, que ya se encuentra en su tercera edición y otro: «Desde Rosario: Estancias Con Historia» sobre establecimientos rurales. En cuanto a este último libro, el éxito llevó a que los estancieros del norte de Santa Fe la alentaran a escribir sobre las construcciones ubicado es la parte alta de la bota. Sin embargo, le adelantó a CLG que está preparando otro libro que cerrará la trilogía y estará referido al río Paraná, aunque no adelantó detalles ni temáticas.

Un recorrido por las estancias del sur del Litoral que se presenta como un viaje en el tiempo

La psicóloga explicó ante CLG en diciembre del 2021 que una fobia es «es un miedo irracional hacia una persona, objeto o lugar que torna imposible que alguien haga una actividad». Y en este contexto ejemplificó con el «miedo a volar», que para tener este diagnóstico deber «tener una continuidad» y lo diferenció a un temor «de una vez y después uno se acostumbra».

Y contó que por el grupo Anímese recibió gente que «sólo vino para rendir las últimas tres materias de la facultad y estaba trabado, otros que llegaron recién separados, otros que habían pasado por un intento de suicidio, gente que no podía bajar el cordón por sí sola, o hasta un gerente de una empresa de autos que no podía manejar, también personas que no podían salir a la calle por miedo a las palomas». Rápidamente aclaró que «parecen cosas fáciles», pero que justamente ese es el padecimiento de las fobias.

Goytía añadió que existen dos tipos de personas, «los negadores y las hiperfóbicas», y que la pandemia expuso aún más estas posturas: «Los primeros negaron los miedos, no se cuidaron o no querían vacunarse, los segundos veían alguien toser o estornudar y pensaban que era coronavirus. Todas estas situaciones hacen que una una persona se boicotee«.

Sobre la dinámica misma del grupo, contó que entre los 3.200 asistentes que pasaron en estos 25 años algunos «están unos meses, otras años y otras se recuperan y continúan formando comisiones dentro de Anímese».

Desde sus comienzos con sedes intermitentes, luego de un paso por la Sociedad de Pediatría, más tarde por la Casa Suiza y años después por el colegio Sagrado Corazón, para luego recaer en los últimos cinco años en la sede de Urquiza 1768, con reuniones dos veces por semana «con o sin crisis, con o sin pandemia» y durante su historia «hemos tratado todos los temas, sean lindos o feos». «25 años son el premio a una constancia», aseguró Goytía.

Con su experiencia vigente y con varios libros escritos con su puño y letra, Cristina detalló que existen 364 tipos de fobias y que son más común de lo que se tiene conocimiento, a tal punto que llegan «pacientes que asisten y les da vergüenza contarlo». Ese tipo de actitud, deslizó la profesional, es «fobia social».

Desde sus comienzos, Goytía tomó la postura de que el grupo sea gratuito y además de ella está conformado por un psiquiatra y asistentes. «Esto es autogestivo a tal punto que si nos reunimos y compramos café todos los gastos se comparten. Es un acto de favor y todo se genera como una cadena, la gente llega, se recupera y lo trasmite a sus pares».

Luego de la lectura del decreto hizo uso de la palabra la impulsora de la iniciativa, concejala Julia Eva Irigoitia quien expresó: “Es un placer recibirlos en este Recinto completo para destacar las historias y huellas que fue dejando Cristina”, seguidamente remarcó una serie de “dulces coincidencias” con la homenajeada, que dieron más valor a la distinción y mencionó: “El origen vasco de los apellidos y la especialidad en traductorado”.

A su turno, tomaron la palabra Ana Inés Otaegui y Graciela Babini integrantes de la ONG Anímese. La primera remarcó la felicidad que les genera el reconocimiento y afirmó: “Siempre hay que buscar un tiempo para agradecer a las personas que hacen algo bueno en nuestras vidas”. La segunda, leyó una carta de felicitación.

Posteriormente, se llevó a cabo la entrega del diploma, la medalla y una plaqueta recordatorio. Así tomó la palabra la homenajeda: “Un millón de gracias. Enaltece al Concejo reconocer organizaciones no gubernamentales que hacen algo por Rosario”.

Más tarde, se proyectó un material fotográfico con un recorrido por las diferentes etapas de su vida, desde su nacimiento hasta la actualidad con imágenes de la familia, su pueblo (Carcarañá), sus amigos, viajes y actividades deportivas.

Con esto último y la entrega de un arreglo floral por parte del doctor Muniagurria e integrantes de la ONG, se culminó el acto.