"El programa está desbordado, ya que la demanda no ha hecho más que crecer con la multiplicidad y complejidad de las emergencias"
Un número creciente de emergencias sanitarias en todo el mundo, desde el COVID-19 hasta el cólera, dejaron la respuesta de la Organización Mundial de la Salud «desbordada», afirmó el martes un alto asesor.
En su intervención en la reunión anual de la agencia de las Naciones Unidas, el profesor Walid Ammar, presidente de un comité que revisa la respuesta de emergencia de la OMS, dijo que las brechas de financiación y personal se estaban ampliando frente a las demandas cada vez mayores.
«El programa está desbordado, ya que la demanda no ha hecho más que crecer con la multiplicidad y complejidad de las emergencias», afirmó.
En marzo de este año, la OMS respondía a 53 emergencias de alto nivel, según un informe del comité. Entre ellas figuraban enfermedades como el COVID-19, el cólera y un brote de Marburgo en Guinea Ecuatorial y Tanzania, así como emergencias humanitarias como el terremoto de Turquía y Siria y las inundaciones de Pakistán.
El informe también señalaba que el cambio climático estaba aumentando la frecuencia de fenómenos como inundaciones y ciclones, todos ellos con consecuencias sanitarias.
Sin embargo, según el informe, el presupuesto básico del programa de emergencias para 2022-2023 sólo está financiado en un 53%, lo que exige una financiación más estable.
La OMS y los Estados miembros están intentando reformar el modo en que el organismo —y los países— responden a las emergencias sanitarias, así como reforzar la financiación de la OMS. El lunes, los Estados miembros aprobaron un nuevo presupuesto que incluye una subida del 20% de sus cuotas obligatorias.
Por ejemplo, en Malaui, cuatro equipos de emergencia diferentes respondieron al cólera, el COVID-19, la poliomielitis y las inundaciones, en formas que podrían haberse solapado, dijo la OMS.