Ciudad

La Municipalidad clausuró el boliche Ming tras la muerte de Carlos Orellano


El local bailable que se encuentra en la Fluvial está en la mira por el joven que murió el pasado fin de semana largo y fue hallado en el río Paraná este miércoles

El local bailable que se encuentra en la Fluvial está en la mira por el joven que murió el pasado fin de semana largo y fue hallado en el río Paraná este miércoles

La Municipalidad de la ciudad decidió clausurar el boliche Ming, de la Fluvial, luego de la muerte de Carlos Orellano, un joven de 23 años que fue a bailar allí el pasado domingo y estuvo desaparecido durante varias horas. Su cuerpo fue hallado este miércoles en las aguas del río Paraná.

Luego de versiones cruzadas y algunos testigos que han informado que a Carlos Orellano lo sacaron a los golpes patovicas del boliche, el local bailable se adueñó de todas las miradas en el marco de la investigación. El intendente Pablo Javkin confirmó la clausura para colaborar con la investigación.

El mandatario adelantó que se van a analizar «sanciones definitivas» y advirtió que «esperen de nosotros el máximo rigor», algo que, aseguró, cuenta con el respaldo de todos los concejales. «Hay situaciones que no se pueden tolerar más», apuntó. Javkin dijo que ya hubo varias clausuras en la zona desde enero y declaró que «la paz se construye con ley y en eso tenemos que ser muy claros».

Orellano había ido a bailar el domingo por la noche al boliche Ming House River de la Estación Fluvial, en la costa rosarina. Sus amigos subieron a redes sociales fotos de aquella noche. Una de las imágenes permite saber que el joven estuvo allí al menos hasta las 4.30. Lo que sucedió después es un misterio. Sus amigos lo perdieron de vista y desde entonces lo estaban buscando.

De acuerdo a los testigos, el muchacho intentó ingresar al sector Vip de la disco sin autorización, ante lo cual los empleados de seguridad tomaron la decisión de expulsarlo. Todo esto con mucha violencia, según dijo el padre de Carlos, Edgardo Orellano.

El hombre afirmó que su hijo, que trabajaba como empleado de una fábrica de electrodomésticos, fue sacado a los golpes y que los patovicas lo arrinconaron contra una baranda, tras lo cual Carlos cayó al agua.