Política y Economía

Gobierno bonaerense sobre la vuelta a cuarentena estricta: “Si hay que hacerlo, hay que hacerlo”


Nicolás Kreplak explicó que quieren evitar un mayor cierre de actividades, pero que deberán hacerlo en el caso de que aumenten los contagios de coronavirus

La segunda ola de coronavirus amenaza con la posibilidad de que se vuelva a disponer una fase más estricta de cierre de actividades, como hace un año atrás. La provincia de Buenos Aires deslizó que podría endurecer el aislamiento, ya que el viceministro de Salud bonaerense Nicolás Kreplak advirtió: “Si hay que hacerlo, hay que hacerlo”. El funcionario aclaró que la eventual medida es para el caso de que se mantengan el alza los casos de COVID-19.

El funcionario advirtió que la segunda ola de contagios “podría ser peor” que la primera. Sostuvo que “la cantidad de casos” que hay y que podría haber “puede ser como en el 2020, con la diferencia de que por ahí lo que el año pasado se fue estableciendo en tres o cuatro meses acá se puede establecer en tres o cuatro semanas”. Alertó que eso “es muy preocupante, porque estresa rápidamente el sistema de salud”.

Kreplak afirmó que “hay una enorme vocación de cuidarse” y que aunque “nadie quiere llegar a la situación de aislamiento total” entiende que “si hay que hacerlo, hay que hacerlo”. Expresó igualmente que “la prioridad es la salud, eso está bastante instalado en la gente” y que “hay una enorme vocación de cuidarse”.

Consideró que la situación actual “vuelve a ser como la que se veía cuando estaban subiendo los casos en junio o julio pasado, donde hay que pensar mucho en cuidarse”. Dijo que “las salidas tienen que ser las esenciales” y que “las que no son indispensables, no hay que hacerlas”, en declaraciones a Radio 10 y FM Futurorock.

Advirtió que la velocidad de contagios “estresa” el sistema de respuesta y que “puede verse un impacto” en la ocupación de camas. Remarcó que en la provincia de Buenos Aires hay una ocupación superior al 60% en el conurbano y por encima del 40% en el interior, aunque aclaró que todavía “hay margen”.

Sostuvo que “hay un problema de dinámica” y que se generó un cuello de botella en el servicio de salud, ya que dijo se registraron muchos casos de la enfermedad en pocos días. Además, afirmó que tuvieron “dificultades para hacer derivaciones” y que en las guardias hay “mucha exigencia”.