Winnie Mandela, la ex esposa del icono de la lucha contra el apartheid Nelson Mandela, falleció este lunes a los 81 años en un hospital de Johannesburgo tras una larga enfermedad.
Casada con Nelson Mandela durante 38 años, Winnie fue también una figura clave en la lucha contra el régimen racista impuesto en Sudáfrica por la minoría blanca, pero su lucha se vio lastrada por acusaciones de violaciones de derechos humanos.
«Con gran tristeza informamos al público que Winnie Madikizela Mandela falleció en el hospital Netcare Milpark de Johannesburgo, Sudáfrica, el lunes», indicó un comunicado de su familia.
«Murió como consecuencia de una larga enfermedad, por la que fue hospitalizada en varias ocasiones desde principios de año. Se fue en paz a primera hora de la tarde del lunes, rodeada de su familia», agregó.
El Congreso Nacional Africano, el movimiento de la lucha contra el régimen segregacionista, rindió homenaje a una mujer que «simbolizaba la fuerza, la resistencia y un alma eterna de libertad», según Mbalula Fikile, un responsable del partido.
«Luchó hasta el final, sin tregua, para que pudiéramos tener una sociedad justa e igualitaria. Dedicó su vida al servicio del pueblo africano», añadió.
Por su parte el ex arzobispo anglicano Desmond Tutu, otra de las figuras de la lucha contra el régimen racista, habló de «gran símbolo».
«Se negó a ceder ante la encarcelación de su marido, el acoso continuo a su familia por parte de las fuerzas de seguridad, las detenciones, las prohibiciones y su destierro», indicó en un comunicado el Nobel de la Paz. «Su actitud de desafío me inspiró profundamente así como a generaciones de luchadores» añadió.
La mayor parte de sus años de matrimonio con Nelson Mandela los vivió lejos de él porque estuvo en prisión durante 27 años. Tuvo que criar sola a sus dos hijas, al tiempo que mantenía su lucha.
Pero su reputación se vio empañada años más tarde. En 1986 se la relacionó con la muerte de varios militantes antiapartheid, considerados «traidores» a la causa, que en esa época morían quemados vivos con un neumático alrededor del cuello.
En 1990, la imagen de Nelson Mandela saliendo de prisión de la mano de Winnie dio la vuelta al mundo.
Sin embargo, un año después fue condenada por secuestro y asalto en el caso Stompie Moeketsi, un joven de 14 años que murió asesinado.
En 1992, se separó de su marido y se divorciaron en 1996 tras un proceso legal que reveló su relación con un joven guardaespaldas.
En sus últimos años Winnie fue considerada de nuevo como «madre de la Nación» y símbolo de la lucha que encarnó su ex marido y de todo el país contra el apartheid.
El mes pasado apareció en unas imágenes en televisión bromeando con Cyril Ramaphosa, el nuevo presidente sudafricano, que le hizo una visita a su casa en Soweto, el antiguo gueto negro donde vivió durante décadas.
En esas imágenes, donde iba vestida con los colores del ANC (amarillo, negro y verde) preguntaba a Ramaphosa, conocido por correr cada mañana. «¿Como haces para no cansarte?». «No nos podemos cansar cuando nos dan trabajo por hacer», respondió el presidente, elogiando su buena forma.
Winnie Mandela había dado su apoyo al líder actual del ANC, el partido con el que Nelson Mandela se convirtió en 1994 en el primer presidente negro del país.