Las residencias siguen siendo el principal foco de la enfermedad y es donde se están detectando un mayor número de casos
España registró en las últimas horas más de una decena de rebrotes de coronavirus centrados sobre todo en geriátricos y en zonas agrícolas que emplean a trabajadores golondrina, mientras se encienden las alarmas por las reuniones masivas de jóvenes sin protección.
La noticia se conoce tres días después de que las autoridades eliminaran las restricciones de movilidad, tras 98 días en estado de alerta por la pandemia, que en España ha dejado casi 250.000 enfermos y más de 28.000 muertos.
Las residencias siguen siendo el principal foco de la enfermedad y es donde se están detectando un mayor número de casos.
Sin embargo, con la llegada del verano, también empiezan a detectarse casos en las explotaciones agrícolas que emplean a trabajadores golondrina para recolectar la fruta de temporada.
La región más afectada es la norteña Aragón, donde cuatro comarcas han vuelto a tomar medidas para limitar los movimientos, informó hoy la agencia de noticias española EFE.
Hasta el momento se han detectado además otros brotes que tienen su origen en casos importados de América.
Las autoridades de la isla mediterránea de Menorca dijeron que una joven pareja de Estados Unidos dio positivo por el nuevo virus y desde su llegada, la semana pasada, permanece aislada.
Autoridades españolas también creen que viajeros de Bolivia están detrás de otro grupo de infección en la región de Murcia, en el sur de España, donde se han reportado al menos 19 casos.
Estos casos se suman a un pequeño brote en el noroeste que se ha relacionado con un viajero de Brasil y que ahora está bajo control.
Además, preocupan las reuniones masivas de jóvenes sin ningún tipo de protección y que ha provocado un aumento de casos en este grupo de población.
Las autoridades de zonas costeras como Valencia, Cataluña o Galicia cerraron anoche las playas para evitar aglomeraciones con motivo de la noche de San Juan, una festividad masiva en España.
Desde que comenzó el alivio de las medidas de confinamiento y después con el fin de las limitaciones a la movilidad, las autoridades sanitarias han insistido en la necesidad de actuar con prudencia y mantener medidas como el uso de mascarillas o el lavado de manos para prevenir los temidos rebrotes.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, aseguró hoy que los mecanismos de detección precoz de las comunidades autónomas están funcionando y que se está actuando con contundencia cuando hay un rebrote, detectando todos los contactos.
No obstante, el ministro insistió en que el virus no ha desaparecido y que se ha construido “solo un primer cortafuegos».
«Si no adoptamos las prevenciones necesarias, puede ser insuficiente, y al menor golpe de viento puede prender de nuevo la llama», advirtió.