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Enfermos de Covid-19 sin síntomas ¿Claves en la expansión de la pandemia?


Los científicos se van dando cuenta de que la neumonía y la fiebre son solo una de las posibles manifestaciones de la enfermedad. La más grave, pero no la única

 

Tos, fiebre. Desde el principio de la pandemia de nuevo coronavirus 2019-nCoV, las autoridades sanitarias nos han repetido por activa y por pasiva que eran los síntomas de que habíamos contraido la enfermedad COVID-19.

También nos instaban a lavarnos las manos regularmente, toser en el codo. Y usar pañuelos de un solo uso, tengamos los síntomas o no. Quizás esta era la clave.

Según se van conociendo más detalles sobre el virus, los científicos se van dando cuenta de que la neumonía y la fiebre son solo una de las posibles manifestaciones de la enfermedad. La más grave, pero no la única.

Estudios realizados en China apuntan que) COVID-19 puede afectar también a órganos como el corazón, el aparato digestivo o el riñón. Puede tomar la forma de un simple catarro… O no manifestar ningún síntoma.

Cada vez más científicos y resposables políticos apuntan a estos supercontagiadores silenciosos como la clave de la rápida expansión de la pandemia.

Esto, sumado a un larguísimo periodo de incubación (estimado en 14 días), de permanencia en el cuerpo (podría ser hasta 37) y su capacidad de seguir vivo en ciertas superficies durante días convierte al nuevo coronavirus en un patógeno diabólicamente contagioso y virtualmente invisible.

Los controles de temperatura en los aeropuertos para confinar a los viajeros con fiebre de los principios de la epidemia eran prácticamente inútiles.

Por eso estamos encerrados en nuestras casas. El portador silencioso podría ser yo. Podría ser usted. La única forma de saberlo es la generalización de los tests.

Wuhan dejó ‘escapar’ al 86% de los infectados, porque no tenían síntomas

Un estudio centrado en China publicado por la revista Science estima que en las primeras semanas de la epidemia hasta un 86% de los casos de contagio no fueron documentados, porque no se sentían enfermos. Esto facilitó la rápida propagación de la epidemia hasta convertirla en una pandemia. «Las infecciones indocumentadas fueron la fuente de infección para el 79% de los casos.

Estos hallazgos explican la rápida propagación geográfica del SARS-CoV2 e indican que la contención de este virus será particularmente difícil» concluye el estudio, que se basa en un modelo informático sobre la propagación del virus en base al movimiento de la población.

El estudio se basa en un modelo matemático que toma en cuenta las interacciones de los «enfermos invisibles», que lógicamente son mucho mayores al no saber ellos mismos que están infectados.

«La explosión de los casos de COVID-19 en China fue impulsada en gran medida por personas con síntomas leves, limitados o inexistentes que no fueron detectados», dice el coautor Jeffrey Shaman, doctor y profesor de ciencias de salud ambiental en la Escuela Mailman de la Universidad de Columbia. «Dependiendo de sus contagios y número, los casos no detectados pueden exponer a una porción mucho mayor de la población al virus de lo que ocurriría de otra manera. Encontramos que para el COVID-19 en China estos individuos infectados no detectados son numerosos y contagiosos. Estas transmisiones silenciosas continuarán presentando un gran desafío para la contención de este brote en el futuro».

En el estudio del Imperial Collegue de Londres que ha dado la voz de alarma e inspirado el confinamiento se estima que el 50% de los pacientes no fue identificado, y aunque considera que los pacientes sin síntomas son un 50% menos contagiosos que los asintomáticos, el problema es que no toman medidas de precaución.

Las cifras son similares a las de otro estudio publicado recientemente. Esta posibilidad del contagio por pacientes sin síntomas parece estar detrás de un foco de infección en Estados Unidos, informa CNN.

El presidente francés Emmanuel Macron mencionó el problema de las personas infectadas sin síntomas al anunciar el confinamiento de la población francesa este lunes.

Hasta ahora se estimaba que, como en otras patologías infecciosas como el catarro o la gripe, el contagio se producía sobre todo durante el periodo con más sintomatología.

 

La importancia de las pruebas de detección, aún más clara

A pesar de las llamadas de la Organización Mundial de la Salud a realizar «pruebas, pruebas, pruebas» a todos los casos sospechosos, los países más afectados como España, Francia o Italia han tirado la toalla por el momento y ya sólo realizan tests a personas con síntomas graves o incluso se realizan «post mortem».

El Ministerio de Sanidad español acaba de anunciar la creación de un proyecto de tests rápidos que se aplicará a personas vulnerables o que estén en cuarentena y presenten síntomas. No se menciona una generalización de pruebas para detectar el virus en personas sin síntomas.

Este martes Lothar Wieler, jefe del Instituto Robert-Koch de Alemania dijo que estiman que sólo la mitad de los infectados muestran síntomas. El punto positivo es que después serán inmunes. Añadió que en total toda la pandemia podría durar unos 2 años.

Alemania está siguiendo una estrategia aparentemente eficaz, realizando tests que no necesitan el desplazamiento del paciente a un hospital. La decisión de realizar el test depende de un médico de cabecera. El instituto Robert Koch no recomienda realizar pruebas a pacientes sin síntomas, al contrario, explica que los protocolos deben elegir cuidadosamente a las personas que se hacen los tests para evitar la pérdida de tiempo.

También comentó que se debería encontrar una vacuna en las próximas semanas, pero que tendrá que pasar por pruebas clínicas para superar todos los efectos secundarios. En efecto, los primeros ensayos clínicos de China y Estados Unidos están en curso.

Esto sugiere, lógicamente, que el número de casos reales es mucho mayor del que apuntan las estadísticas oficiales. Pero también reduce significativamente la tasa de mortalidad y de casos graves.