Este sector fue el más afectado laboralmente desde el 20 de marzo, seguido por los puestos de trabajo en el sector hotelero
Abril fue el primer mes completo de la cuarentena estricta a partir de la pandemia del coronavirus lo que llevó a la perdida de 185 mil empleos registrados. Esta cifra marcó un récord desde el inicio del 2012, cuando se empezó a medir esta serie. Si a esta cifra se le suman los 10 días de cuarentena que hubo en marzo, la perdida total fue superior a 270 mil. Es decir, el 2,3% de los puestos formales de trabajo dejó de existir.
Los empleados públicos mantuvieron su nivel en abril y se diferenciaron del resto, que manifestaron significativas caídas. Si se agrupan a los trabajadores independientes (monotributistas, autónomos) y asalariados de casas particulares se observó una contracción de 2% en relación al mes previo, mientras que los asalariados privados, típicamente asociados al empleo de calidad, mostraron un retroceso de -2,2% (casi 130 mil puestos de trabajo), según un informe de Ecolatina. Esto implica que 7 de cada 10 puestos de trabajo que se perdieron en abril se correspondieron a empleos de calidad.
La construcción y la hotelería, los más afectados
Sin embargo, el sector fuera del empleo público también mostró sus diferencias internas. Y como era de suponer había ramas que se verían más afectadas que otras, debido a las restricciones de aglomeración y/o circulación.
Por ejemplo, el empleo en la construcción cayó 11,1% (15,1% si incluimos a marzo) y en hoteles y restaurantes cayó 7,7% (9,2% al contabilizar desde el inicio de la cuarentena). Así, la mitad de los asalariados privados que perdieron su empleo estaban trabajando en estos sectores.
Las dificultades que tuvo el gobierno en las primeras semanas de la cuarentena para asistir a las empresas más perjudicadas por el aislamiento social puede haber sido un factor que haya acelerado la pérdida de empleo en estos sectores.
El comercio y la industria, dos sectores donde se nuclean la mayor cantidad de personas activas, apenas retrocedieron 1,1%. Muchos de estos comercios entraron en el DNU presidencial donde permite el trabajo esencial y por eso han sostenido sus puestos de trabajo.
Deconstrucción en el empleo y la post-pandemia
El empleo que más se verá afectado estará relacionado a los privados, lo que representa al 50% del total de los asalariados, a los que se le suman los empleados públicos y los independientes o autónomos.
En este sentido, las relaciones laborales que cesaron entre marzo y abril podrían ser solo la punta del iceberg. En mayo el 17% de las empresas de los aglomerados urbanos aplicaron suspensiones (+3 p.p. que en abril, según informa la Encuesta de Indicadores Laborales) siendo que aún para entonces la cuarentena se extendía cada dos semanas, fomentando una expectativa de paulatino relajamiento.
Cuando el gobierno tomó la decisión de estirar la cuarentena por tres semanas en junio, significó para muchos el cierre total en el mes y seguido de esos 21 días, la vuelta atrás en el Amba, lo que explica alrededor del 40% del empleo formal privado de la República Argentina.
Si la pandemia se perpetua los indicios sugieren que la destrucción del empleo asalariado privado no cesaran. A esto se le suma que el gobierno evalua disminuir la ayuda del ATP y que si bien existe una ley antidespidos, con el cierre de empresas la dejaría sin efecto.