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El coronavirus también golpea al comercio rosarino: ¿empleo en riesgo?


Los locales comerciales también se ven afectados por la pandemia del Covid-19 y debido al distanciamiento social, impulsado por las autoridades, las ventas bajan y ponen en peligro el trabajo de muchos

Por Gonzalo Santamaría

El coronavirus no sólo tiene en vilo a la salud de la población mundial, sino que por decantación también pone en peligro las economías regionales y locales. El martes, el ministro de Economía, Martín Guzman, definió una serie de medidas para que la economía nacional no sienta de lleno una posible recesión y entre ellas comunicó: programa de asistencia a Pymes, por el momento sin detalles; sistema de precios de referencia para alimentos, artículos de higiene y medicamentos por 30 días; y la asistencia financiera por 350.000 millones de pesos para financiar capital de trabajo, compra de insumos y dar liquidez. Todo esto para que la cadena productiva no se detenga.

Sin embargo, la problemática económica no pasa meramente por el financiamiento al sector productivo, sino por el consumo propio de la población, que se muestra en baja ante el distanciamiento social, tan necesario para contrarrestar el contagio del Covid-19.

Ante esto, los comercios rosarinos comenzaron a implementar iniciativas individuales como la restricción en la cantidad de personas que ingresan en locales, reducción de horas de atención e intensificación de cuidados higiénicos en sus empleados.

«Cada uno se va adaptando a la circunstancia. Ante la realidad de que no hay clientes algo hay que modificar, teniendo en cuenta que en los próximos días se va a complicar más«, expresó Ricardo Diab a CLG.

A partir de este miércoles los locales están invitados a abrir sus puertas de 10 a 18 los días hábiles y de 10 a 14 los sábados, ya que, como comentó el presidente de la Cámara de Empresarios de Rosario, «no es una medida de carácter legal o de imposición«.

El titular de la Cámara mostró su profunda preocupación, «primero por la salud y luego es inevitable pensar en la cuestión económica», manifestó.

Diab dejó en claro que es una medida para «quien quiera adherirse«: «Seguramente la gran mayoría lo hará, pero quién quiera hacer otra cosa está en su derecho«, sostuvo.

Si bien la disposición salió desde Nelson Graells y los Amigos de la Peatonal Córdoba, en conjunto con el Paseo del Siglo y el Paseo de Calle San Luis, alcanza a todos los comercios de Rosario. «Pueden tomarlo y modificarlo dentro de las cuestiones legales con el personal, pero en los barrios tiene otra dinámica ya que la gente que está en actividad llega más tarde a su hogar. El centro es distinto porque la gente va hacia ellos«.

«Cuando pase esta pandemia queremos ver cómo van a quedar las empresas y ya tenemos consultas continuas sobre si las empresas van a recibir ayuda, estamos analizando las medidas del gobierno nacional, provincial y municipal«, deslizó Ricardo Diab.

Entre los comerciantes y el gobierno están los empleados, expuestos a un contagio en sus lugares de trabajo.

CLG fue en busca de la opinión de ellos, quienes se mostraron alertas ante la pandemia, pero también advirtieron la baja en las ventas: «Si no hay gente, también perdemos nosotros«, expresó una trabajadora de la calle San Luis.

Así pidieron por la intervención del Estado en cuanto a la crisis en las finanzas que se vive debido a la pandemia del coronavirus. «Si cerramos los negocios, los impuestos siguen viniendo y no sé si nos van a pagar el sueldo«, esbozó otra ante CLG.

«Esto afecta al empleado como al empleador«, puntualizó otra mujer y agregó: «Aunque sabemos que estamos expuesto a un contagio, no trabajar nos atacaría económicamente«. Asimismo, remarcó que un empleado de comercio está «expuesto al contagio» de la misma forma que un chofer de colectivo, un médico o un policía. «Lo ideal sería que todos paremos y tomemos conciencia», enfatizó.

Otra trabajadora que dialogó con CLG remarcó que se están imponiendo medidas puntuales en cada local y dio el ejemplo que ella vive, donde se «están tomando muchas precauciones»: «Acá ingresan de a cinco personas, usamos mucho alcohol en gel y se lo damos al cliente, nos cuidamos entre nosotros. Estamos tomando mucha conciencia y estas medidas son bastante correctas«.

Todas se mostraron a favor de la modificación de horarios para colaborar con el distanciamiento social y bregaron por la participación del Estado ante esta problemática: «Si el Estado se hace cargo, que cierren, si no se pierden las ventas«.

Las ventas en la zona centro de Rosario, donde se concentra la mayor cantidad de locales comerciales, viene en recesión y el brote de coronavirus atenta contra el repunte de la actividad.

Con esta realidad, Fabio Acosta, presidente del Casco Histórico de Rosario, habló en Con La Gente Radio en LT3 y dejó en claro que la preocupación comienza a partir de las medidas restrictivas que se implementaron desde el gobierno nacional y «van a ser cada vez más profundas«.

«La preocupación aumenta no sólo en el sentido de que los comerciantes no venden los suficiente para alcanzar los gastos fijos de cada local, sino que tememos por el trabajo de la gente, que sólo en las galerías suman 1.000 empleados, imaginate en todo el centro«, deslizó Acosta.

Ante la incertidumbre de las posibles pérdidas en los locales, que afectarán directamente a los trabajadores, el representante del microcentro rosarino se preguntó: «¿Quién se hará cargo? ¿El Estado?». Y rápidamente se respondió: «No lo sabemos porque no hay novedades al respecto«.