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El coronavirus la hizo más amarga: cerraron fábricas y cervecerías artesanales


La Cámara de Cerveceros Artesanales de la Argentina confirmó que la pandemia golpeó al sector, en donde ya hubo una pérdida de 500 puestos laborales

La pandemia de coronavirus provocó el cierre de alrededor de 450 cervecerías artesanales y 120 fábricas de cerveza en el país, lo que generó una pérdida de 500 puestos laborales, según datos de la cámara que agrupa a las pequeñas empresas del sector.

Si bien muchas de estas compañías lograron reconvertirse, otras no tuvieron tiempo y la caída del consumo por el coronavirus las dejó fuera del negocio.

De acuerdo con informes de la Cámara de Cerveceros Artesanales de la Argentina (CCAA), antes de la llegada del Covid-19 había 1.500 emprendimientos, 2.000 marcas y 600 fábricas de cerveza artesanal.

«Cerraron 120 fábricas habilitadas y alrededor de 450 cervecerías y puntos de recarga. Los más afectado están en los centros turísticos como Mar del Plata, Rosario, Bariloche, Córdoba, Chaco, Santa Fe y CABA. Hasta en Villa General Belgrano han cerrado tres cerveceras», señaló Juan Manuel González, titular de la cámara, en declaraciones a BAE Negocios.

Agregó que «basta mirar los remates para ver que no sólo venden equipos, se subastan fábricas completas. Incluso muchos venden los barriles, que no les pertenece y tenemos que avisar a los remates».

Explicó que el 92% no estaba preparado para el delivery, por eso, el 40% de las cervecerías ya cerró y puntualizó que «un producto que antes rotaba semanalmente hoy rota cada 65 días, porque la venta cayó a su mínima expresión».

«Muchos no pagan las deudas a sus proveedores y compran cerveza a gente que no tiene ningún tipo de habilitación y que quizás tampoco podrá cobrar. Esos pequeños productores están a full y fábricas con capacidad de producir 25.000 litros, no venden ni la quinta parte», denunció el directivo.

Advirtió que «todo se está bastardeando mucho, hay gente de toda calaña, pero están bastardeando un mercado que defendimos durante 25 años con sudor y lágrimas».

Señaló que el sector necesita máquinas para embotellar o enlatar y alertó que la más barata a nivel nacional cuesta un millón de pesos y tiene dos meses de demora.