El gobierno de Ecuador anunció este martes que otros dos de sus ciudadanos fueron secuestrados en la frontera con Colombia, según un video enviado por el mismo grupo que mató a dos periodistas y un chofer de El Comercio.
«A través del canal de comunicación con alias Guacho (líder de los captores) nos ha llegado información el día de ayer en horas de la noche sobre un nuevo secuestro de dos ciudadanos», informó el ministro del Interior, César Navas.
El ministro de Defensa, Patricio Zambrano, declaró que el gobierno tiene información de que «son ecuatorianos» y que está intentando confirmar sus identidades.
Navas dijo en un principio que no se conocían los nacionalidades ni los nombres de los secuestrados, un hombre y una mujer de mediana edad.
Hasta este martes, no había trascendido denuncia alguna sobre nuevas desapariciones en la frontera.
Walter Artízala, alias Guacho, el líder del Frente Oliver Sinisterra que desde hace meses está sembrando el terror en la frontera, dio a conocer el secuestro a través de «un video de prueba de vida», explicó el ministro.
Esta información profundiza el drama en un país todavía conmocionado por el asesinato en Colombia, a manos del grupo de Guacho, de los periodistas Javier Ortega (32 años) y Paúl Rivas (45) y del chofer Efraín Segarra (60), cuyos cuerpos no han sido todavía encontrados.
Los tres cayeron en poder de los captores cuando realizaban un reportaje sobre la inusitada violencia que azota a la frontera Ecuador derivada del narcotráfico en Colombia, primer productor mundial de cocaína.
El lunes, el Frente Oliver Sinisterra suspendió la entrega de los tres cuerpos al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), alegando las acciones militares en curso, prolongando todavía más el dolor de las familias, que exigen a los gobiernos su pronta recuperación.
«Deles lo que piden»
En el corto video mostrado a la prensa, aparecen un hombre y una mujer de mediana edad que dicen ser «ciudadanos ecuatorianos.
Están maniatados y con una soga al cuello, y flanqueados por dos hombres de espaldas, armados y con vestimenta militar.
Le piden al presidente Lenín Moreno que les ayude para que no corran la misma suerte que los dos periodistas y el chofer asesinados por Guacho.
«Señor presidente, se le dice a usted que por favor nos ayude, que nos dé la mano, que no nos pase lo que les pasó a los periodistas, nosotros tenemos hijos, tenemos familia que ir a ver al Ecuador (…) Dele lo que ellos quieran para que nos suelten y nos dejen libres», suplica el hombre.
El gobierno presume que fueron secuestrados en la provincia de Esmeraldas, cerca de San Lorenzo, el cantón fronterizo en el que desaparecieron los comunicadores.
«Se está contactando con las familias que pueden ser», dijo el ministro de Defensa.
Navas detalló que el video llegó a las autoridades «por la vía whatsapp» y recordó que «es la primera vez» que Guacho le manda una prueba de vida directamente al gobierno de Ecuador, «no como en ocasiones anteriores que lo hacía a través de medios de comunicación colombianos».
Durante el secuestro de los periodistas, varios medios colombianos recibieron del Frente Oliver Sinisterra un video con la prueba de vida, un comunicado anunciando su muerte y fotos que muestran a tres hombres encadenados y ultimados a balazos.
Estas informaciones empujaron a Quito y a Bogotá a pronunciarse, y ambos gobiernos cayeron en contradicciones que fueron muy cuestionadas.
«No puedo entender muy bien ese juego entre líneas que se este cociendo ahí, pero presumiblemente hay algún tipo de cambio de estrategia en esta organización criminal», explicó a la AFP Daniel Pontón, experto en seguridad del ecuatoriano Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN).
«El señor Guacho no actúa solo, creo que hay una agenda que no conocemos que está manejando los hilos y justamente en la imprevisibilidad de sus acciones está su fortaleza y eso es lo que nos genera un escenario incierto», agregó.
«Juego macabro»
El ministro calificó el hecho de «juego macabro» y aseguró que Ecuador ejercerá «toda la presión militar y policial necesaria» para recobrar la calma en la frontera, donde grupos armados que se financian con el narcotráfico y otras actividades ilegales campan a sus anchas.
En ambos lados de la frontera, en acciones coordinadas, militares de los dos países buscan dar con el paradero de Guacho, un exguerrillero de las ya disueltas FARC que se mueve con unos 80 combatientes en una zona estratégica para la salida de la droga donde también ejerce influencia la mafia mexicana.
Ecuador, un país que nunca había sido golpeado con tal crueldad por el narcotráfico, ha sido blanco desde el mes de enero de una serie de ataques que han dejado por ahora siete muertos y cuatro decenas de heridos.