Esta mascarilla detecta mediante un sensor infrarrojo los movimientos y abre su ventana que da justo a la boca, lo que permite comer y beber cómodamente
Diez meses después de que la pandemia por la Covid-19 estalló, millones de personas de todo el mundo aún siguen aún tratando de asimilar los consejos de seguridad básicos y necesarios para hacer una vida lo más normal posible dentro de las circunstancias.
El acordarse de tener que llevar la mascarilla es, quizás, una de las cosas que más está costando a muchos a la hora de crear costumbre.
Sin embargo, gracias al invento de este ingeniero, eso de tener que acordarse de volver a ponerse la mascarilla cuando, por ejemplo, estamos comiendo, puede ser cosa del pasado.
Kevin Northcutt es el creador de AutoMask, una mascarilla de apertura automática, que utiliza la tecnología infrarroja para detectar un objeto dentro de un radio de diez centímetros.
Una vez detectado, la mascarilla automática se abre y permite al usuario beber o comer sin tener que tocarse la cara o tener que poner la mascarilla en una superficie contaminada.