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Cuatro alimentos que no ayudan a la circulación sanguínea


Muchos aspectos de la circulación sanguínea pueden verse afectados por el tipo de alimentación. La fluidez de la sangre y la flexibilidad de las arterias dependen de lo que comemos

 

Por Anna Vilarrasa (nutricionista)

Los problemas en el sistema circulatorio son habituales y pueden generar diversos inconvenientes de salud. Por eso es importante eliminar de la dieta estos 4 alimentos que afectan la circulación sanguínea. Así evitamos posibles daños en las arterias y las venas.

Una dieta rica en grasas, azúcares y algunos minerales es dañina para los vasos y el flujo de sangre normal. Pero no solo la alimentación influye en el buen estado del sistema circulatorio. Conocemos otros aspectos y hábitos de vida saludables que ayudan a mejorarlo.

Los síntomas y el tratamiento de cada una de las enfermedades es distinto. Pero existen una serie de pautas y rutinas que se pueden llevar a cabo para prevenir la aparición y futuras complicaciones de la mayoría de los trastornos. Detallamos a continuación aquellos alimentos que es preferible apartar de la dieta para tener un mejor riego sanguíneo.

 

  1. Alimentos ricos en sodio

La presencia de este mineral de forma abundante en la dieta afecta tanto las arterias como los vasos más pequeños. El sodio favorece la retención de agua, con lo que el volumen de la sangre aumenta. Y esto a su vez provoca una subida de la presión arterial que acaba dañando las paredes vasculares.

Se aconseja, de forma general, evitar todos aquellos alimentos que aportan una gran cantidad de sodio. Entre ellos, caben destacar los productos procesados como bollería, embutidos, salsas, caldos y aderezos comerciales. También hay que ser prudentes con las conservas de pescado, las aceitunas y el queso.

 

  1. Carne roja y procesada

La ingesta de carne roja por sí sola está considerada factor de riesgo para padecer enfermedades cardíacas y problemas en la circulación sanguínea. Pero no todas afectan por igual. El grado de procesamiento que tiene la carne es uno de los factores clave para determinarlo.

En un análisis de estudios científicos se llegó a la conclusión de que existe una fuerte relación entre el consumo de carne roja procesada con la salud cardiovascular. En cambio, la vinculación es casi nula con la que está sin procesar.

La diferencia entre los dos tipos de carne se puede explicar por la mayor presencia de sodio y otros aditivos en los productos cárnicos elaborados. El estudio habla en concreto de víveres como el tocino, los perritos calientes, las salchichas, el salami y otros embutidos.

 

  1. Alimentos con grasas hidrogenadas

Este tipo de lípidos o ácidos grasos trans hace tiempo que están en el punto de mira de los expertos. Aunque se encuentran presentes de forma natural en algunas carnes, muchos países han regulado su uso por parte de la industria alimentaria, a causa de los efectos negativos en la salud.

La evidencia científica ha demostrado que las grasas hidrogenadas aumentan la presencia de triglicéridos y colesterol LDL en la sangre. Este exceso de lípidos conlleva una deficiente circulación. En consecuencia, empeora la oxigenación y la llegada de nutrientes a todas las células corporales.

Su consumo máximo se ha cifrado en un 1 % del total de la ingesta energética diaria. La mejor forma de reducirlo es eliminando los productos industriales de la dieta. Los que contienen mayor presencia de grasas trans son los siguientes: margarinas vegetales, bollería y panadería elaboradas de forma industrial: galletas, bollos, pasteles.

 

  1. Azúcares añadidos

Estos son uno de los ingredientes o componentes que más problemas de salud causan hoy en día, también para la circulación. No aportan nutrientes y, en cambio, tienen un elevado valor calórico. Esto conduce a una mayor probabilidad de padecer obesidad, lo que repercute en una peor salud cardíaca.

Por otro lado, comer demasiado azúcar aumenta el riesgo de sufrir diabetes tipo 2. Los niveles altos de glucosa en sangre afectan el estado de las paredes arteriales y venosas. Con el paso del tiempo, son más frágiles y menos funcionales, por lo que crece la posibilidad de desarrollar una enfermedad cardiovascular.

Los problemas en el aparato circulatorio pueden estar causados por varios factores; algunos de ellos relacionados con la dieta. Aparte de eliminar los 4 alimentos que te nombramos y que afectan la circulación sanguínea, existen otras recomendaciones positivas que se pueden adoptar en el día a día:

Aumentar el consumo de alimentos ricos en vitamina C que protegen las paredes de los vasos sanguíneos. La encontramos en frutas como grosellas, kiwi, naranja, fresas o piña.

El omega 3 del pescado azul inhibe la acumulación de plaquetas y el riesgo de formación de coágulos.

Añadir especias a las comidas como ajo, pimienta, cilantro, canela, jengibre y cúrcuma.

Comer frutos rojos por su aporte de antioxidantes, en especial antocianidinas. Estas tienen la capacidad de disminuir la tensión arterial y la agregación plaquetaria, así como mejorar la dilatación de las arterias.

De forma paralela, hay que evitar hábitos de vida perjudiciales:

Eludir el tabaco, pues tiene un efecto dañino en las paredes de los vasos.

Evitar el sedentarismo.

Contrarrestar los tiempos de reposo dando masajes o friegas al cuerpo para mejorar la circulación.