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Cromañón: familiares de víctimas y sobrevivientes piden la expropiación del edificio


Presentaron dos proyectos en la Legislatura para la expropiación y patrimonialización del inmueble, pero ninguno se trató y se vence en diciembre

Familiares de las víctimas y sobrevivientes de la tragedia de Cromañón pidieron este jueves en la Legislatura porteña el tratamiento de un proyecto para la expropiación y la patrimonialización del edificio donde, en diciembre del 2004, murieron 194 personas.

El grupo, perteneciente al Movimiento Cromañón, se congregó en las puertas de la Legislatura mientras se desarrollaba la sesión ordinaria y colgó carteles en recuerdo de las víctimas sobre las vallas que dispuso en la zona la Policía de la Ciudad como parte del operativo de seguridad que se despliega todos los jueves.

Silvia Bignami, la mamá de Julián Rozengardt, quien murió a los 18 años en Cromañón, contó a Télam que «presentamos en la Legislatura dos proyectos para la expropiación del inmueble de Bartolomé Mitre y para la patrimonialización, pero ninguno se trató y se vence el tiempo en diciembre».

«Vinimos a decirle a los diputados que nos sigue importando y que si ninguno de los proyectos sale no es por nuestra falta de insistencia. Nosotros queremos que los voten y, si no, que se atrevan a decirnos que nos les importa la memoria, ni los 194 pibes», agregó.

El proyecto de expropiación, que buscaba convertir el inmueble en un espacio para la memoria, fue rechazado desde el bloque oficialista Vamos Juntos, desde donde se les manifestó a los integrantes del Movimiento Cromañón que no era posible en términos económicos.

Por ello, desde el grupo elaboraron la segunda iniciativa para proteger la estructura patrimonial del edificio donde ocurrió la tragedia, a fin de evitar que el actual dueño del lugar, Rafael Levy -el mismo propietario al momento del incendio- pueda realizar reformas al sitio ni cambiar la fachada.

El domingo pasado, los familiares de víctimas y sobrevivientes realizaron una jornada destinada a arreglar el actual santuario, situado frente al edificio al aire libre, debido a las reiteradas vandalizaciones que se registraron durante la pandemia.