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Justicia uruguaya

Crimen de Lola Chomnalez: el fiscal cree que «El Cachila» estuvo presente en el homicidio


El fiscal que investiga el crimen de Lola Chomnalez, la adolescente argentina asesinada en 2014 en el balneario uruguayo de Barra de Valizas, consideró que el hombre detenido el lunes tras ser indagado estuvo presente «antes, durante y después» del homicidio, y que el móvil del crimen fue probablemente «sexual».

Según la requisitoria para el procesamiento del sospechoso, apodado «El Cachila», el fiscal Jorge Vaz explicó que “surge en forma más que contundente, de acuerdo a su relato (en la indagatoria), que estuvo presente antes, durante y después del homicidio”.

Además, el fiscal sostuvo que, de acuerdo a los datos obtenidos en la investigación, el acusado y su o sus cómplices obligaron a la víctima a salir de la playa con dirección a la zona boscosa detrás de los médanos, “probablemente con un móvil sexual”.

El hombre apresado ayer tras ser indagado por el fiscal Vaz admitió que se cruzó con la víctima en la playa el 28 de diciembre del 2014 y le ofreció «una estampita», pero que luego ella se sintió «mareada» y que al auxiliarla descubrió que «no tenía pulso», se asustó y se fue.

«Me peché con ella. Ella venía por la playa caminando, yo iba para Valizas y ella iba para el otro lado. Yo venía de Aguas Dulces», declaró el acusado, quien detalló que Lola «venía caminando normal, con la mochila. Tenía un short y una blusita fina» y que le ofreció «una estampita».

Vaz remarcó que uno de los puntos «más impactantes» del relato del acusado fue cuando dijo que la chica comenzó a sentirse mal y él la llevó hasta el bosque detrás de los médanos donde se sentaron bajo la sombra de un árbol: «Yo le pregunté qué tenía y me dijo que se sentía mareada. Ahí se sentó y cayó de rodillas».

«Yo le tomé el pulso y me asusté, salí y me tomé el ómnibus para Montevideo (…)», señaló el sospechoso.

De acuerdo al fiscal, este relato «es a todas luces ilógico y contrario, no solo a la evidencia que surge del cuerpo de la víctima, sino de la situación en sí».

Es que para Vaz, si la adolescente «se sintió mal lo lógico hubiera sido permanecer en la playa y tratar de ir hacia la zona poblada más cercana en busca de ayuda médica»; por ende, afirmó que la víctima «fue llevada contra su voluntad» por el sospechoso «en compañía de otra u otras personas aún no identificadas».

En ese sentido, el fiscal se basó en que Lola presentaba dos cortes en el brazo derecho, que según un perito criminólogo policial pudieron haber sido «intimidatorios» para forzar a la adolescente.

También detalló que la víctima presentaba un golpe en el orbital izquierdo que pudo haber sido resultado de la negativa de ella a las exigencias de los asesinos y que esa actitud fue «el desencadenante».