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Gran presencia de políticos

Córdoba: multitudinario y emotivo adiós a De la Sota


El sepelio del tres veces gobernador de Córdoba José Manuel De la Sota se llevó a cabo hoy en medio de una profunda emoción, tras un cortejo fúnebre que se extendió a lo largo de seis kilómetros desde el Centro Cívico de la provincia.

«Quise poner en su féretro la banda de gobernador, que él me colocara a mí cuando asumí, para que lo acompañe en su viaje final hacia el cielo, donde seguramente estará acompañando y velando por los cordobeses y por que haya unión entre los argentinos», afirmó el mandatario, Juan Schiaretti, al encabezar el último adiós a su antecesor en el cargo, fallecido el pasado sábado en un accidente automovilístico en la Ruta 36.

Emocionado, el mandatario provincial señaló ante la prensa que el ex gobernador «amaba como nadie a Córdoba» y señaló que con su trágica muerte «el movimiento pierde a uno de los mejores candidatos a Presidente que podría haber tenido».

«Llevo grabadas las imágenes de quienes pasaron por aquí a despedirse. ¡Todo lo que te quiere el pueblo de Córdoba!», subrayó Schiaretti en el funeral de Estado que se realizó en el Centro Cívico de la capital provincial.

Las puertas del velatorio se reabrieron cerca de las 10:00 para el público en general y luego hubo una ceremonia intima de despedida de sus allegados, amigos y autoridades antes de su traslado al panteón familiar del cementerio San Jerónimo, ubicado en el barrio Alto Alberdi.

A lo largo del recorrido de la caravana, mucha gente se apostó a la vera del camino para dar su último adiós al ex mandatario con aplausos y flores lanzadas al coche fúnebre, aunque una vez en el cementerio sólo participaron de la ceremonia familiares y allegados.

En ese contexto, habló quien fuera su última pareja, Adriana Nazario, quien conmovida señaló: «Se fue mi maestro, mi amor, mi todo».

Hasta el Centro Cívico también llegaron el juez de la Corte Suprema Juan Carlos Maqueda; la ex esposa de De la Sota, Olga Riutort; así como el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó; el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y el arzobispo cordobés, Carlos Ñáñez.

El intendente de la capital provincial, el radical Ramón Mestre, definió a De la Sota como «un político diferente, distinto» y agregó: «Siempre acompañó los cambios y estuvo a la vanguardia, un paso adelante. Se caracterizó por el diálogo de manera permanente con todos los miembros de la sociedad, con respeto y tolerancia. Lo reconocemos con profundo dolor».

A través de un decreto, el Gobierno cordobés dispuso un duelo durante cinco días, por lo cual todas las dependencias de la administración provincial permanecían con la bandera a media asta.

De la Sota murió en la noche del sábado al chocar con su camioneta a la altura del kilómetro 782 de la Ruta 36: el dirigente peronista, que se dirigía desde Río Cuarto a la ciudad de Córdoba para festejar el cumpleaños de su hija Natalia, impactó de lleno con la parte trasera de un camión y falleció en el acto.