Se lanzó un Índice de Confianza y Acceso a Vacunas (Icav), que permitirá analizar variaciones en el nivel de confianza de la población respecto de la importancia, seguridad y eficacia de las mismas y además medirá la eventual reticencia de la comunidad a vacunarse y el impacto que provoca la existencia de barreras de acceso a las vacunas.
La primera etapa del estudio está basada en 3.177 encuestados, de los cuales el 96% considera que las vacunas son seguras y en cuanto a las barreras de acceso, alrededor del 13% de la población no logró vacunarse o vacunar a los menores a cargo la última vez que intentó hacerlo.
La Fundación Bunge y Born (FBB) trabaja desde enero de este año en el desarrollo del ICAV, que permitirá explicar las causas por las que existe una brecha cada vez mayor entre la cobertura óptima y las tasas de cobertura del país.
Los resultados preliminares de este proyecto fueron presentados por el Director Ejecutivo de la Fundación Bunge y Born, Gerardo della Paolera; el Jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y líder del proyecto «Observatorio de la Salud del Niño y el Adolescente» de la FBB, Eduardo López; y el equipo de especialistas en estadística y ciencia de datos de la organización.
«Vacunarse en Argentina sigue siendo algo deseable. La seguridad de los niños no está puesta en juego en el país de acuerdo a la confianza en estas y tenemos un Calendario de Vacunación al nivel de Estados Unidos o de Europa. Aquí el problema es el acceso», aseguró López.
En tanto della Paolera sostuvo: «Este Índice nos permite visualizar este momento y analizar hacia adelante, no podemos saber qué confianza y acceso tenían las personas años antes. Hoy, a partir de este trabajo vemos como principal problema que las barreras para vacunarse son altas».
«Este estudio sobre vacunas es único en Argentina por la relevancia y seriedad de la encuesta», aseguró della Paolera, tras lo cual detalló: «Se enmarca en la trayectoria de años que sostiene la Fundación: apoyo a la investigación en oncología, enfermedades infecciosas y en Chagas; proyectos transversales en atención primaria de la salud; y —en el último año— un estudio de Big Data, localidad por localidad en todo el país, para establecer probabilidades de Chagas en zonas no endémicas».
En cuanto a las barreras de acceso, el estudio identifica y cuantifica las de mayor influencia: accesibilidad a centros de vacunación, amplitud en cuanto a días de atención y horarios de vacunatorios, distribución de las vacunas, entre otros. El relevamiento, hasta el momento, arrojó que un 13% (entre un 11% y un 14% de la población, de acuerdo a las consultas) no logró vacunarse o vacunar a los menores que tenía a su cargo, la última vez que intentó hacerlo.
Esta proporción es equivalente entre los hogares con y sin menores a cargo y entre ellos, el faltante de vacunas aparece como el principal motivo.
«Si extrapolamos la encuesta a toda la población, teniendo en cuenta que en 2018 nacieron 728.000 niños en el país, podemos decir que hay 310 chicos por día hábil que quisieron ser vacunados y no pudieron», aseguró López, a la vez que resaltó: «La vacunación es un indicador social de las políticas de estado».
La problemática actual de las vacunas
La vacunación tiene un impacto directo en la reducción de la prevalencia de enfermedades evitables y muertes tempranas: la Organización Mundial de la Salud ha estimado entre 2 y 3 millones de muertes por año por tétanos, difteria, tos convulsa y sarampión. Además, pueden evitar algunas formas de cáncer (cuello uterino y otros ginecológicos) y Hepatitis B (el carcinoma hepático) mientras que reducen el consumo de antibióticos y la resistencia delas bacterias a los mismos.
Argentina cuenta con uno de los calendarios de vacunación más actualizados y completos del mundo, sin embargo, en nuestro país dejan de aplicarse alrededor de 700.000 dosis de alguna de las vacunas del calendario obligatorio durante el primer año de vida.
En tanto, se observa un incremento en la aparición de discursos de grupos «antivacunas», y el índice internacional de confianza en las vacunas muestra que alrededor de un 2% de la población de nuestro país alega estar en desacuerdo con las vacunas, porque no las considera efectivas o incluso seguras.
La gravedad de la situación llevó a la OMS a declarar la reticencia a las vacunas como una de las Diez Amenazas Globales a la Salud Mundial.