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En varias ciudades

Colombia: marcharon por la protección para los líderes sociales


Miles de colombianos, convocados por organizaciones de las más diversas, se unieron en las calles de las principales ciudades para exigir el fin de los asesinatos a líderes sociales, un reclamo que compartió hasta el propio presidente Iván Duque.

Las marchas fueron convocadas por el movimiento “Defensamos la paz”, que unió a la oposición, los negociadores del acuerdo de paz de 2016 y de los últimos diálogos y organizaciones de derechos humanos, ambientales, campesinos e indígenas.

Días antes, los movimientos políticos de la izquierda desafiaron a Duque y a sus ministros a que salieran a rechazar esta violencia que desangra el país, y el mandatario se unió a una de las manifestaciones en Cartagena de Indias.

Allí, reiteró su «compromiso con la causa de la protección y defensa de los líderes sociales» y manifestó que no era un día para «causas ideológicas» ni de «Gobierno y oposición».

La Defensoría del Pueblo ubica en 462 el número líderes sociales asesinados entre el 1 de enero de 2016 y el 28 de febrero último, aunque otras organizaciones elevan la cifra hasta más de 700 y las amenazas se cuentan por centenares.

En la capital colombiana marcharon funcionarios de entes públicos como la Defensoría del Pueblo o algunas subsecretarías de la Alcaldía de Bogotá.

En la cabecera de la manifestación se juntaron algunas de las figuras más conocidas de la política colombiana, como el senador Iván Cepeda, del izquierdista Polo Democrático Alternativo; el congresista Roy Barreras, cercano al ex presidente Juan Manuel Santos; y el líder de la Farc, Rodrigo Londoño, alias Timochenko, consignó el sitio del diario El Tiempo.

En el movimiento «Defendamos la Paz» conviven académicos, periodistas, defensores de derechos humanos y ex integrantes del equipo negociador de paz del Gobierno con las Farc, como Humberto De la Calle, María Ángela Holguín, Juan Fernando Cristo, Luis Carlos Villegas, Frank Pearl y el senador Roy Barreras, entre otros.

En Bogotá, la concentración fue en el Centro Nacional de Memoria Histórica, desde donde los manifestantes caminaron hasta la céntrica Plaza de Bolívar.

La del viernes no fue la primera marcha que se realiza con el reclamo de frenar los crímenes, pero sí la primera que reunió a todo el espectro de la oposición y la sociedad civil, más allá de sus diferentes posturas políticas. Además de las muertes de líderes sociales, al menos 135 ex guerrilleros de las Farc que entregaron las armas y cumplían con el acuerdo de paz fueron asesinados.

A diferencia de lo que sucedió en los años 80 y 90 cuando una primera generación de grupos paramilitares exterminó en las grandes ciudades al partido político surgido de un acuerdo de paz con un sector de las Farc, esta vez los ataques están dirigidos a líderes locales, en general pobres, sin proyección nacional, que trabajan en territorios rurales y alejados.