Investigadores franceses crearon nuevas moléculas eficaces para eliminar las bacterias resistentes a los tratamientos existentes y que parecen no desarrollar nuevas resistencias, lo que apunta a «candidatos prometedores al desarrollo de nuevos antibióticos».
Sus resultados en los roedores, publicados el martes en la revista estadounidense Plos Biology, tendrán que ser todavía confirmados en pruebas clínicas en seres humanos, destacan los equipos de bioquímicos y químicos del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica francés (Inserm) y de la Universidad de Rennes.
«Nos dimos cuenta de que una toxina fabricada por los estafilococos dorados, cuyo papel era facilitar la infección, era también capaz de matar a otras bacterias presentes en nuestro organismo», explica Brice Felden, principal autor del estudio, en un comunicado.
Los científicos modificaron entonces esta molécula para suprimir su toxicidad para el organismo, conservando al mismo tiempo sus propiedades antibacterianas.
De la veintena de moléculas creadas, dos resultaron eficaces para tratar a ratones infectados con cepas resistentes de Estafilococo dorado y de Pseudomonas aeruginosa, bacteria que causa infecciones nosocomiales (adquiridas durante una hospitalización).
La actividad antibacteriana de estos compuestos se debe en parte a su capacidad de provocar una permeabilidad de la membrana de las bacterias infecciosas, lo que conlleva su muerte.
No se ha observado ninguna toxicidad en las otras células ni órganos, «ya sea en el animal o en células humanas», precisan los investigadores.
Además, las bacterias en contacto con estos antibióticos no desarrollaron ninguna resistencia a estas nuevas moléculas, incluso cuando los científicos «crearon condiciones favorables al desarrollo» de estas resistencias.
«La prudencia sigue imponiéndose en este punto ya que la experiencia fue realizada en plazos cortos, hasta 15 días», advierte el texto.
«Creemos que estas nuevas moléculas representan candidatos al desarrollo de nuevos antibióticos, que pueden aportar tratamientos alternativos a la resistencia de los antimicrobianos», estima Felden.
El desarrollo de la antibiorresistencia frena la eficacia de algunos tratamientos existentes y «constituye una amenaza creciente para la salud mundial», según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según un estudio británico, este fenómeno podría causar 10 millones de muertes por año de aquí a 2050.