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Bajo un estricto protocolo y con mucha demanda, reabrieron las peluquerías


Foto: Juan José García

Por orden del gobierno provincial, las personas mayores de 60 años y las mujeres embarazadas no serán atendidas. Lo confirmó el presidente de la Cámara de Salones y Peluquerías de Rosario en diálogo con CLG

Las peluquerías de Rosario desbordaron de gente el pasado lunes en el primer día que retomaron sus actividades al ser incluidas en la fase 4 de la cuarentena que rige por la pandemia del coronavirus. La postal se repetirá a lo largo de toda la semana, adelantó el presidente de la Cámara de Salones y Peluquerías de Rosario, Enzo Sagasti, en diálogo con CLG. El comerciante explicó el protocolo que deben cumplir y habló sobre quienes aún no pueden ser atendidos dado que integran los grupos de riesgo. «Esperamos que en la próxima flexibilización de la cuarentena se los incluya».

«Afortunadamente la primera semana ya está completa. Había mucha expectativa por parte de la gente. Incluso muchos de nosotros hicimos lista de espera de turnos durante las semanas pasadas. Apenas nos habilitaron empezamos a llamar a los clientes y enseguida la agenda se fue completando», describió Sagasti, un peluquero de larga trayectoria en la ciudad.

Al igual que las manicurías y podologías, las peluquerías trabajan los lunes y viernes de 13 a 20 y los fines de semana de 9 a 18 horas.

Foto: Juan José García

Para poder abrir, cada local debe cumplir un estricto protocolo establecido por el gobierno provincial. «Es bastante completo y exhaustivo», reconoció Sagasti, y procedió a explicarlo: «Como primera medida, la persona para ir a la peluquería tiene que sacar un turno, no se puede trabajar por orden de llegada. Además, hay una serie de medidas de desinfección de las personas al ingresar: se les toma la temperatura para comprobar que no tengan más de 37.3, se les pone alcohol en gel en las manos, se desinfecta el calzado y se les pide que no deambulen libremente por la peluquería».

El peluquero consultado detalló que las capas, tollas y gorros que se utilizan en la atención deben ser descartables, y en caso de que un comerciante no cuente con estos elementos, debe darle a cada uno un solo uso y luego lavarlo. También tienen que portar guantes, barbijo (al igual que los clientes) y máscara. «Cuando la persona se retira hay que volver a desinfectar todo el local, lo que hace que los turnos tengan que ser un poco más espaciados de lo normal porque necesitamos un tiempo para limpiar», señaló Enzo.

Dicho protocolo «prohíbe expresamente» la presencia dentro de las peluquerías de las personas que integran los grupos de riesgo ante la enfermedad de Covid-19. Se trata de personas de cualquier sexo mayores de 60 años y de mujeres embarazadas. Sobre esto, dijo: «Es un inconveniente, pero lo aceptamos, entendemos que tiene que ver con cuidar a este segmento de la población. De todas maneras esperamos que en la próxima flexibilización de la cuarentena se los incluya para poder atenderlos. Ellos necesitan ir a la peluquería y nosotros los necesitamos como clientes«, cerró.