Desde el domingo, separatistas de Nagorno Karabaj apoyados por Armenia y las tropas de Azerbaiyán se enfrentan en los combates más mortíferos desde 2016
Azerbaiyán y los separatistas de Nagorno Karabaj, apoyados por Armenia, afirmaron hoy haberse infligido mutuamente grandes pérdidas, en el tercer día de combates en la zona y a pesar de los esfuerzos internacionales por detenerlos.
Varios líderes extranjeros, entre ellos la canciller alemana Angela Merkel y el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, pidieron un alto el fuego inmediato, y el Consejo de Seguridad de la ONU se reúne de urgencia hoy para tratar de evitar una guerra abierta entre Armenia y Azerbaiyán, que podría desestabilizar la región e implicar a Rusia y Turquía, las potencias con intereses en la región.
Ambos bandos afirman haber infligido grandes pérdidas al enemigo, lo que subraya la magnitud de los combates, que oficialmente se cobró casi cien vidas, informó la agencia de noticias AFP.
El ministro de Defensa de Armenia dijo que los separatistas habían destruido 49 drones, cuatro helicópteros, 80 tanques, un avión militar y 82 vehículos militares azerbaiyanos desde el domingo, y aseguró que habían infligido «muchas bajas».
Las autoridades de Nagorno Karabaj dicen que recuperaron las posiciones perdidas el día anterior, lo que Azerbaiyán niega, afirmando que hicieron nuevos progresos y destruyeron «una columna motorizada armenia y una unidad de artillería».
Por su parte, el ministerio de Defensa de Azerbaiyán aseguró que en «feroces combates» sus fuerzas habían «destruido cuatro tanques enemigos, un vehículo blindado y matado a diez soldados».
Desde el domingo, separatistas de Nagorno Karabaj, apoyados por Armenia, y las tropas de Azerbaiyán, se enfrentan en los combates más mortíferos desde 2016.
Rusia, Francia y Estados Unidos –los tres mediadores en el conflicto dentro del llamado Grupo de Minsk– pidieron sin éxito un alto el fuego y negociaciones.
«Ambas partes deben detener la violencia y trabajar con el Grupo de Minsk para reanudar las negociaciones sustanciales lo antes posible», dijo Pompeo, jefe de la diplomacia de Estados Unidos, en el segundo día de una visita a Grecia.
Por su parte la canciller alemana Angela Merkel dijo que «es urgente un alto el fuego inmediato y el retorno a la mesa de negociaciones» en dos conversaciones telefónicas separadas con los líderes de Azerbaiyán y Armenia.
Nagorno Karabaj, constituida desde 2017 como República de Artsaj, es una región secesionista de Azerbaiyán, de mayoría armenia y con un Estado no reconocido por la comunidad internacional y con un presupuesto financiado en más de un 90% por Armenia.
La confrontación tiene raíces profundas: cuando la Unión Soviética comenzó a resquebrajarse, la región de Nagorno Karabaj anunció en 1988 su pretensión de independizarse de Azerbaiyán para pasar a formar parte de Armenia, cuyo parlamento aprobó la anexión, pero la URSS impugnó la decisión.
Tras dos años de tensiones el litigio derivó en un conflicto bélico en la región, que dejó 30.000 muertos.
Desde entonces, las autoridades azeríes quieren retomar el control de esa región, aunque sea a la fuerza, mientras las negociaciones de paz se encuentran en punto muerto desde hace años.