La empresa estatal Aerolíneas Argentinas presentó este lunes una denuncia contra la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) ante el Ministerio de Trabajo, al que le reclamó su urgente intervención. La denuncia estuvo motivada en la utilización del sistema de audio de las aeronaves para la emisión de un mensaje «completamente inapropiado» sobre la seguridad aérea, en lo que para la empresa estatal «constituye un accionar ilícito laboral».
«Los mensajes de la tripulación a los pasajeros, cabe recordarlo, están reglados por normas internas, y no pueden incluir opiniones personales ni afectar la seguridad del vuelo», sostuvo la compañía. Aclaró que Aerolíneas Argentinas «no autorizó la utilización de ninguno de los medios de comunicación del avión para dichos fines, y rechaza por completo el accionar sindical, el cual ha generado preocupación e intranquilidad en los pasajeros, afectando la normal operación de la compañía». La empresa ratificó que sancionará al personal que haya realizado actividades «prohibidas por las normas de conducta y seguridad aérea».
Ante ese panorama, «la compañía solicitó la inmediata intervención del Ministerio de Trabajo para que éste dictamine si los hechos denunciados representan un incumplimiento a la conciliación obligatoria dictada por dicha autoridad el 10 de julio del corriente». Según trascendió, un vuelo de Aerolíneas Argentinas tuvo que ser suspendido este domingo porque un piloto se descompuso tras una exigencia sindical. El vuelo debía salir desde Ushuaia a Buenos Aires, pero el comandante se descompensó luego de que, según denunció, un gremialista de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) lo presionara para que leyera un reclamo gremial durante el viaje.
El comunicado, que ya se difundió en otro vuelo, indicó que el Ministerio de Transporte de la Nación supuestamente impulsa «una política aerocomercial tendiente a que haya en el país una aviación cada vez más desregulada, con menos intervención de los organismos de control, modificando normativas para permitir menor entrenamiento de los pilotos, menores controles en mantenimiento, al mismo tiempo que permite una creciente extranjerización de los vuelos, afectando con ello nuestro trabajo».