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Estaba atado de pies y manos

Un jubilado tucumano habría fallecido por un ACV durante un robo


Un jubilado fue encontrado muerto, atado de pies y manos, dentro de su casa del barrio El Bosque de la capital tucumana, y la sospecha es que habría fallecido como consecuencia de un accidente cerebro vascular (ACV) sufrido durante un asalto.

Fuentes policiales informaron que el deceso habría ocurrido 72 horas antes de su hallazgo y la víctima fue identificada oficialmente como José Crespín, de 85 años. Para los investigadores, desconocidos habrían ingresado a su casa a robar y escaparon al advertir que se había muerto.

Crespín se había jubilado como empleado ferroviario y era un aficionado a la albañilería que había construido su propia casa casi sin ayuda, según le contó a al diario La Gaceta su nieto, Martín Crespín. «Le gustaba salir a andar en bicicleta y hacer las compras. Aunque había tenido un ACV, estaba activo», comentó el joven, quien cree que su abuelo fue sorprendido por los asaltantes. «Quizás no los escuchó. Usaba un audífono, pero se lo quitaba para dormir», dijo.

El fatal episodio se registró en una vivienda de calle Santa Fe al 2.100 de la capital tucumana, aunque la muerte de Crespín fue advertida por su hijo el mediodía del domingo, cuando fue a buscarlo para que almorzaran juntos.

«Como no lo atendía, mi papá entró; entonces sintió un olor muy fuerte. Fue al baño y ahí encontró a mi abuelo, atado de pies y manos», explicó el nieto del jubilado. Agregó que el último contacto con su abuelo fue el miércoles pasado. «Siempre lo llamábamos para preguntarle cómo estaba. Estábamos siempre en contacto. Nos dijo que estaba todo bien», contó.

El domingo, los familiares del hombre fallecido recorrieron la casa para establecer si los delincuentes se habían apoderado de algún objeto y les llamó la atención que, aunque estaba todo revuelto, no observaron faltantes. Estaban la moto y la bicicleta, todos los electrodomésticos y las herramientas que guardaba en un cuarto del fondo.

De acuerdo con los primeros elementos recogidos por los investigadores, los ladrones habrían entrado por el fondo de la propiedad, que limita con un depósito donde se reparan aires acondicionados, de un lado; y del otro, con una casa que está deshabitada. Una vez dentro, le arrancaron las patas a una mesa de madera que había en el patio y las usaron para barretear una ventana.

Los familiares de Crespín creen que los ladrones lo sorprendieron cuando dormía, entre el jueves y el sábado; y que solamente querían dinero. No obstante, en la cocina había indicios de que los desconocidos cocinaron y comieron.

Las primeras actuaciones fueron realizadas por la comisaría 7ª y la causa quedó en manos de la Fiscalía de Homicidios, a cargo de Adriana Gianonni, que dispuso luego que la División Homicidios continuara con la investigación.

Los uniformados esperan que la cámara de seguridad de otro depósito ubicado sobre la misma cuadra les permita establecer la identidad de las personas que entraron a la casa.

Según las sospechas, los ladrones habrían escapado por el fondo usando un tacho como apoyo para poder saltar la tapia, pero ningún vecino de la cuadra habría advertido lo que sucedía.