Los fragmentos, escritos en griego, permitieron reconstruir pasajes de los libros de Zacarías y Nahum, que forman parte del libro de los doce profetas menores de la Biblia, según los investigadores israelíes
Israel dio a conocer hoy fragmentos de un pergamino bíblico de 2.000 años de antigüedad descubierto en el desierto de Judea, en el sur del país, y calificó el hallazgo como «histórico» y uno de los más importantes desde los Manuscritos del Mar Muerto.
«Por primera vez en unos 60 años, las excavaciones arqueológicas han descubierto fragmentos de un pergamino bíblico», dijo la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI) en un comunicado.
Los fragmentos, escritos en griego, permitieron reconstruir pasajes de los libros de Zacarías y Nahum, que forman parte del libro de los doce profetas menores de la Biblia, según los investigadores israelíes, informó la agencia AFP.
Los manuscritos fueron encontrados durante excavaciones en una cueva de un acantilado de la reserva natural de Nahal Hever, en el marco de una campaña de lucha contra el saqueo del patrimonio.
La AAI proporcionó a los arqueólogos drones y equipos de montaña, incluidas cuerdas para descender en rapel, con el objetivo de llevar a cabo la operación, que se extendió a la parte del desierto de Judea situada en Cisjordania, un territorio ocupado por Israel desde 1967.
Además de los fragmentos de pergamino, se desenterraron objetos que remontan a la revuelta judía de Bar Kokhba contra los romanos (132-136 d.C.), así como un esqueleto de niño momificado de 6.000 años de antigüedad envuelto en tela y una cesta de 10.500 años, probablemente la más antigua del mundo, estimó la AAI.
Israel Hasson, director de la AAI y quien expone las piezas en su laboratorio del Museo de Israel en Jerusalén, afirmó que la iniciativa lanzada en 2017 tiene como objetivo «salvar estas raras e importantes piezas patrimoniales de las garras de los ladrones.»
Desde el descubrimiento de los Manuscritos del Mar Muerto hace más de 70 años en las cuevas de Qumrán, las cuevas rocosas del desierto de Judea se convirtieron en objetivo de saqueadores de antigüedades.
Estos 900 manuscritos se consideran uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes de todos los tiempos porque incluyen textos religiosos en hebreo, arameo y griego, así como la versión más antigua conocida del Antiguo Testamento.