Encabezado por el movimiento Luchadores Independiente Organizados (LIO), este viernes se realizó una concurrida marcha en Rosario, en reclamo por el dinero de la Ley de Emergencia Social que el Gobierno nacional aún no ha enviado a las provincias.
En declaraciones a Con La Gente, Martín Frutos, uno de los referentes de LIO, expresó que sienten “mucha preocupación” ya que la Ley de Emergencia Social representa el 50% de la deuda que el Gobierno nacional tiene con Santa Fe, y son 27 mil millones de pesos que tenían que ser implementados desde los primeros meses de 2017 hasta diciembre del 2019.
“De esa plata se ha ejecutado solamente el 15% y únicamente con las organizaciones sociales que tienen anclaje en CABA y desprendimientos en otras provincias. Desafortunadamente, nuestra organización y muchas otras instituciones intermedias que trabajamos en los barrios de la Argentina no tenemos acceso a estos recursos que el Estado nacional tiene que cumplimentarlos”, explicó Frutos.
LIO es una organización de trabajo territorial con anclaje en 10 barrios de Rosario, ciudad de Santa Fe, Villa Gobernador Gálvez y algunas localidades del Gran Santa Fe.
“Desgraciadamente, desde nuestra fundación en 2009 hasta la fecha hemos enfrentado al kirchnerismo por algunas políticas que no coincidíamos y no habíamos podido conseguir ningún acuerdo para sostener nuestras copas de leche. Hoy, con el cambio de gobierno, vemos cómo se ha profundizado esto. No tenemos ningún canal de diálogo con funcionarios tanto del Ministerio de Trabajo como el de Desarrollo Social”, contó Frutos lo complicado de la situación.
En este sentido, lo que reclaman es “que el federalismo llegue alguna vez a la Argentina, que la situación en los barrios de Rosario es gravísima, que la asistencia alimentaria que recibimos de municipios y provincias no nos alcanza para cubrir el incremento de la demanda (pasamos de 50-100 beneficiarios a 200 que también nos piden comedor) y vemos con preocupación que esto no tiene tendencia a mejorar”.
“Desgraciadamente vemos un panorama muy parecido al del 2001”, concluyó Martín Frutos, haciendo referencia a la pérdida de empleo (formal e informal) y al crecimiento del hambre y la pobreza que se ve en Rosario y el país.