CLG dialogó con Tomás Raselli, miembro de la comisión directiva, quien relató la actividad del club durante los últimos meses y se refirió al "miedo" que genera la temporada
La llegada de la pandemia impactó de lleno contra prácticamente todas las actividades e instituciones del país, entre las cuales se encuentran los clubes. Estas instituciones barriales estuvieron cerradas durante varios meses del año, lo que se sumó a una caída en el pago de las cuotas societarias y una escasa ayuda económica del Estado. Sin embargo, la situación pandémica en Rosario de las últimas semanas permiten mayores flexibilizaciones y los clubes ya entraron de lleno en la temporada de verano.
En ese sentido, el Club Residentes Parque Field es uno de los tantos que aún está enfrentando las adversidades que dejó y sigue dejando la pandemia, pero que ya se está acomodando para una temporada de verano con protocolos y restricciones. CLG dialogó con Tomás Raselli, miembro de la comisión directiva, quien relató la actividad del club durante los últimos meses: «Durante la cuarentena, cuando se pudieron habilitar las diversas actividades en el club estuvimos con básquet, patín, futsal; con cinco o diez chicos según la actividad, algo muy bajo a lo que veníamos trabajando habitualmente. Hace unas semanas se habilitó el ingreso de los menores de 12 años».
«Llegado principios de diciembre vamos a estar arrancando lo que es la temporada de la colonia de Parque Field y la escuela de natación. A mitad de diciembre, si todo continúa bien, también se habilitará la temporada de la pileta», agregó.
El referente de Parque Field contó que la merma en la participación de los deportes afectó a la institución: «Bajó un montón lo que es la actividad deportiva y la cantidad de gente que asistía, pero nos sacamos el sombrero y agradecemos a todos los socios y deportistas que siguieron abonando».
«Junto con la Red de Clubes Rosario pudimos trabajar en conjunto y seguir subsistiendo. Nos costó muchísimo pagar los servicios, teníamos alguna plata para arreglar algunas instalaciones que la tuvimos que derivar a los sueldos, tanto de los profes como de los empleados», añadió.
Raselli aseguró que «la mayor necesidad siempre es la parte económica». Y señaló: «Habilitar la temporada de colonia y pileta nos implica mucho dinero para comprar los elementos apropiados que nos pide la provincia por los protocolos. Además, el cloro, que es fundamental para la pileta. Venimos haciendo una buena gestión y pudimos subsistir con la ayuda de los socios».
Al ser consultado sobre si se sintieron acompañados durante los meses más duros, indicó: «Trabajamos muy en conjunto con todos los clubes de barrio, pero a veces en nuestro rubro nos hemos sentido un poco solos porque esto nos pegó muy fuerte y sin esperarlo. En varias oportunidades hemos recibido varios llamados de la Municipalidad y la Provincia, en ese sentido sentimos un acompañamiento porque cuando levantamos el teléfono ellos están».
Sobre la temporada de verano, expresó: «Es todo tan atípico lo que está pasando. Va a ser por turnos, una familia no puede ir desde las 10 de la mañana hasta las 10 de la noche y quedarse todo el día en el club. Nuestro mayor miedo es la temporada de verano y si la vamos a poder afrontar. Nos queremos preparar de la mejor forma para recibir tanto al socio como a gente nueva. Hubo una merma importante de socios, de los 600 socios que tenemos estaban abonando sólo la mitad».
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