Comerciantes del centro de la ciudad realizaron en diálogo con CLG un balance de su vuelta a la actividad. La mayoría mostró preocupación por la situación y expresó la necesidad de abrir por las mañanas
Con el comienzo de la fase cuatro de cuarentena ante la pandemia de coronavirus, en la ciudad de Rosario se permitió la reapertura de los comercios entre las 13 y las 19; y los sábados de 9 a 14. Tras la primera semana de actividad, CLG recorrió algunos locales del centro de la ciudad, cuyos trabajadores y propietarios analizaron la situación y realizaron un balance en relación a las ventas. La mayoría coincidió en que la situación es preocupante y, si bien celebraron volver a levantar las persianas, afirman que la facturación es mucho menor a lo esperado.
“De lo que se suele vender, ha bajado un 80%. Vendemos un 20% de lo que normalmente venderíamos”, dijo José, dueño de un local de indumentaria del centro rosarino, al móvil de CLG.
Además, el comerciante expresó que el establecimiento del aislamiento social, preventivo y obligatorio por Covid-19 los tomó justo en el cambio de temporada y no cuentan con mercadería suficiente. “El rubro de indumentaria, calle San Luis, Córdoba o San Martín, todos tenemos el mismo problema. No se consigue la mercadería. Cerramos la tienda antes de que pudiéramos cambiar la ropa de invierno. Muchos de los productores tienen tela, pero no pueden fabricar, otros tienen los productos pero no los pueden mandar. Una cosa es falta de mercadería y otra cosa los aumentos, se habla de un aumento de entre 30% y 50%”, detalló.
El trabajador indicó que en su caso particular está trabajando con stock que le quedó del año pasado y analizando si podrán mantener el negocio o cerrar. “Estamos ofertando con el precio del año pasado, pero no tenemos suficiente stock. Trabajamos normalmente entre 2500 y 3000 prendas, ahora con todo esto no llegamos siquiera a 500”, manifestó José.
Otra de las cuestiones que aqueja a los comerciantes es el poco movimiento que hay en el centro. “No es el público que uno esperaba al abrir los locales y el paro de colectivos impide que la gente se movilice. Estamos muy por debajo de la facturación que se esperaba”, explicó Gabriel, trabajador de un local de marroquinería y librería. Y añadió: “Veníamos de dos años de crisis importante y la cuarentena profundizó todo muchísimo más”.
“El aumento del dólar no ayuda mucho a tener precios accesibles o promociones vigentes, pero este local es marroquinería y librería y rubro de moda, así que hacemos promociones en bijouterie, medias”, continuó Gabriel.
El comerciante también hizo alusión a las medidas del gobierno nacional, en materia de emergencia sanitaria: “Eran necesarias. No hay un equilibrio entre la economía y la salud. Uno tiene que cuidarse para tener mañana el público que venga y te compre. El rosarino fue consciente de las medidas de seguridad, eso lo muestran los números, y las sigue cumpliendo”.
Por otra parte, Miguel Rucco, titular de la Asociación de Comerciantes de Calle San Luis coincidió con sus colegas al calcular que las ventas “van a rondar alrededor de un 35% de lo que se vendería normalmente la primera semana de mayo”. Destacó que a los rubros que mejor les fue esta primera semana de reapertura fue a los de lencería y blanco.
En diálogo con CLG, Rucco hizo una diferencia entre el sector mayorista y el minorista. Éste último ve más resentidas sus ventas por la no llegada de colectivos con gente de distintos lugares de la ciudad al centro. Mientras que el mayorista está un poco mejor, “porque la gente no puede ir a Buenos Aires y se provee en calle San Luis, para los comercios de los barrios y localidades vecinas”. Mientras que analizó que los negocios de los barrios también “están trabajando mejor, por ser comercios de proximidad”.
El referente consideró que en esta situación de excepcionalidad “la economía familiar prioriza el alimento y si te falta un par medias, un calzoncillo, un abrigo. Pero el resto, un bazar, una regalería, una juguetería, estos gastos se postergan. A todos nos cayó el poder adquisitivo y esto obviamente afecta la capacidad de consumo de nuestros clientes”.
“El alimento es lo que más aumentó. El índice de inflación te muestra que los alimentos aumentaron el doble que el resto de las cosas. Hay frutas que han aumentado un 80%. Esta es una nueva normalidad a la que nos vamos a tener que adecuar. Con empresas endeudadas y hasta con la imposibilidad de achicar gastos”, agregó Rucco.
Finalmente, el titular de la Asociación de Comerciantes de calle San Luis destacó la predisposición del intendente Pablo Javkin y el constante diálogo con él y su Secretaría de Producción. Rucco dijo que les ha llevado la inquietud, compartida por los negocios del centro de abrir más temprano.
“Nos gustaría trabajar por lo menos desde las 10 u 11 de la mañana. Es el horario en el que mejor funcionamos, sobre todo los mayoristas. El público a las 17 ya no va. La calle está vacía. Es en parte por el comienzo de la temporada de invierno, la falta de transporte. Por eso, pedimos que se considere, en una próxima etapa, extender el horario. Si seguimos haciendo las cosas bien, sería lógico empezar a pensar en una ampliación del horario”, concluyó.