Deportes

El drama de Leonardo Gil en Arabia Saudita: «Me siento solo»


El ex jugador de Rosario Central, actualmente en Arabia Saudita, contó en diálogo con Clarín que perdió el pasaje que tenía para volver a Buenos Aires.

El ex jugador de Rosario Central, Leonardo Gil, es uno de los tantos argentinos varados en el exterior. En diálogo con Clarín, el mediocampista Al Ittihad de Arabia Saudita, contó que perdió el pasaje que tenía para regresar a Buenos Aires y ahora no puede volver. El Colorado se encuentra ahora mismo en Corniche, una zona costera de Jeddah, a orillas del Mar Rojo. Explicó que hace 30 días está en aislamiento preventivo obligatorio y que extraña a su papá, sus 7 hermanos y a su novia, Julieta.

“El presidente del club nos dio permiso para poder retornar a casa. Vine a Arabia Saudita por cuestiones laborales, buscando la posibilidad de pegar el salto económico. Estoy muy enojado. Es un derecho que tengo como ciudadano volver a mi país. Soy una persona que está tratando de regresar por sus propios medios. No estoy pidiendo un favor, solo un simple papel. Me comuniqué con la Cancillería, me dijeron que hay que solicitar un permiso a la ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil). Hablé con un señor llamado Federico Franceschini. Quedó en comunicarse conmigo, pero fue hace 7 días y no tengo respuestas. Y ahora me dicen que no me pueden autorizar”, enfatiza el mediocampista nacido en Río Gallegos, quien también se contactó con la embajada de Argentina en Brasil, hasta donde pensaba llegar en una combinación de vuelos, escala previa para aterrizar en Ezeiza. “Me dijeron que me iban a mandar un formulario, y nada”, se lamenta.

Su regreso a Argentina

Sé que estaban repatriando 700 argentinos por día. También, que volvieron de Estados Unidos, de México, de España… Estoy un poco más lejos, lo entiendo. Pero había comprado un pasaje de Jeddah a París que me costó 4 mil dólares. De ahí, me trasladaba a San Pablo en otro avión por el que tuve que pagar 1.600 euros. Y de Brasil podía moverme hasta Ezeiza en un vuelo privado. Le mandé las fotos con todos los tickets a la Cancillería, pero no me consiguieron la autorización. Entonces, perdí los pasajes y el dinero. Hoy se fue Bruno, un compañero mío que es brasileño. Pero él tiene pasaporte europeo. Yo no podía arriesgarme a llegar a Francia sin permiso y quedarme varado allá como muchos argentinos.

Familia y soledad

Con ellos hablo por videollamada. Tengo a mi papá, mis hermanos, mi novia allá… Mi mamá murió cuando yo tenía 5 años. Los extraño. Es muy difícil estar solo. Paso despierto toda la noche porque acá hay 6 horas de diferencia. Me quedo hasta las 5 o 6 de la mañana hablando con ellos, me duermo de día. Tengo una decepción muy grande. Encima se fue Bruno, que vivía en el mismo country.

Sentimiento de abandono

No sé si abandonado es la palabra. Me siento desilusionado, he mandado todo lo que me pidieron, me comuniqué con la gente que corresponde, respetando al Presidente, a la Constitución, puse todo en claro los vuelos, la conexión, dónde tenía pensado hacer la cuarentena, el domicilio de mi señora… Uno está con las pulsaciones a mil, pero siempre me dirigí con respeto. La verdad, me siento un poco solo.