Normalmente reciben a 100 chicos y hoy están atendiendo a más de 250. CLG dialogó con Nazaret, voluntaria de la institución barrial ubicada en Fisherton
Producto de la cuarentena general, aquellos que viven de changas y trabajos ocasionales se han quedado sin ingresos diarios. Esto provocó un gran crecimiento en la demanda de comedores y merenderos barriales, que ahora deben hacer malabares para que la comida alcance para todos.
Esa es la situación que se vive en el merendero La Antenita, ubicado en el corazón de Fisherton, detrás de los clubes Old Resian y Los Caranchos. Esta organización social atiende normalmente a entre 80 y 100 chicos, pero producto de la cuarentena y la paralización de la economía, hoy está recibiendo a más de 250 niños y niñas.
La institución barrial fue gestada por dos mujeres y es sostenida día a día por voluntarios y por vecinos del propio barrio. Ahora, ante el fuerte incremento en la demanda, están solicitando donaciones de alimentos y de productos de limpieza para poder mantener la ayuda al barrio.
CLG dialogó con Nazaret Iglesias, voluntaria del merendero, quien relató la situación que están atravesando: «A partir de esta cuarentena, muchos padres no pueden hacer sus changas o sus trabajos. Por eso, los chicos se ven obligados a venir al merendero para poder comer. Están viniendo chicos que antes no asistían».
«Nosotros tratamos de darles la copa de leche, pero lamentablemente con todo esto se nos hace difícil. Teníamos un stock para una determinada cantidad de chicos, pero ahora son muchos más los que vienen», agregó.
La voluntaria explicó que dependen exclusivamente de las donaciones: «Los alimentos que tenemos, tanto la leche con el chocolate, el mate cocido, las galletitas; son producto de donaciones de empresas que nos ayudan y de gente solidaria que nos da una mano; lo mismo con los artículos de limpieza. Los chicos no tienen ni agua para lavarse las manos».
«Se busca la solidaridad de negocios como panaderías, almacenes o empresas que puedan donar algo comestible o productos de limpieza para poder darles una mano a los nenes», añadió.
Además, Nazaret explicó que la cuarentena también afecta el modo en el que trabajan en el merendero: «Tenemos un grupo de padres y de voluntarios que atienden el lugar. Ahora los voluntarios sólo podemos ir de a uno o dos. Estamos abriendo lunes, miércoles y viernes».
«Todo lo que sea alimento no perecedero, leche en polvo, galletitas, vainillas; todo nos sirve. El otro día panaderías nos donaron facturas y ahora una heladería nos va a dar helados. La idea es que los chicos puedan comer cosas distintas», concluyó.
Aquellos interesados en donar a La Antenita pueden hacerlo comunicándose con la institución a través de sus redes sociales o al 3416943986.