Por José Odisio
Ganar en Santiago fue tal vez el empujón final para que Newell’s se sienta cómodo con su permanencia en primera. Jugar bien o mal importa, pero los tres puntos frente a Central Córdoba dejan al elenco rojinegro con un plafón tan grande en los promedios que ya suena lógico mirar con más entusiasmo la tabla de las Copas y no sufrir con la de los tres descensos.
Aguerre fue el superhéroe impensado. Tuvo una noche inspirada donde parecía imposible vulnerarlo. Y con dos minutos de lucidez ofensiva, a Newell’s le bastó para traerse en el bolso tres puntos enormes y arrancar con victoria una Copa de la Superliga que define todo, aunque haya empezado llena de dudas frente al avance del coronavirus y las dudas de los clubes de jugar o no.
Habrá que ver si en estos días los futbolistas no se plantan y definen no jugar hasta nuevo aviso. Suena lógico cuando todas las otras actividades están paradas por prevención. Aunque en AFA pretenden seguir, puerta cerrada mediante.
Newell’s debe estar preparado, juegue o no. Obviamente el tiempo favorece a la Lepra para recuperar soldados caídos. Pero no es momento de especular. Si la situación de salud obliga a parar, será así. Y si la insensatez obliga a enfrentar el domingo a Patronato, el equipo de Kudelka debe estar enfocado.
Queda muy poco para que Newell’s tenga paz definitiva, y sería mejor que la cabeza sólo piense en jugar. Hoy parece difícil hacerlo.