Lo determinaron gracias a declaraciones de testigos del accidente
Lo determinaron gracias a declaraciones de testigos del accidente
El Boeing 737 de la aerolínea ucraniana UIA siniestrado cerca de Teherán sufrió un incendio antes de estrellarse y causar la muerte de sus 176 ocupantes, según el informe preliminar de la Organización de la Aviación Civil de Irán. Citando a testigos del accidente, tanto personas que estaban en tierra como tripulación de otros vuelos, el informe advirtió que se observó fuego en el aparato y que la explosión posterior fue a causa de su colisión contra el suelo.
Según consignó agencia EFE, la Organización de la Aviación Civil de Irán indicó que el avión inicialmente se dirigía hacia el oeste y «tras ocurrir el problema giró a la derecha y en el momento de la caída estaba en ruta de regreso al aeropuerto» internacional Imán Jomeiní de Teherán.
El aparato desapareció de los radares cuando se encontraba a una altitud de 8.000 pies, de acuerdo al informe, que apunta que «no se recibió ningún mensaje de radio del piloto sobre circunstancias inusuales». Respecto a las cajas negras, la Organización de la Aviación Civil de Irán señaló que están «dañadas» por el accidente y el incendio del avión, que cubría la línea Teherán-Kiev.
Al coincidir esta tragedia con el ataque con misiles de Irán contra una base militar en Irak con presencia estadounidense, empezaron a surgir especulaciones que ponían en duda que el avión de UIA hubiera sufrido un accidente. El gobierno de Kiev mantuvo cautela ante las causas del accidente del Boeing y su presidente, Vladímir Zelenski, pidió «con vehemencia a todo el mundo que se abstenga de especular y lanzar hipótesis no contrastadas hasta la publicación de informaciones oficiales sobre la catástrofe».
Un grupo de expertos ucranianos tiene previsto participar sobre el terreno en la investigación del suceso y ayudar en la identificación de las víctimas del accidente. Según la aerolínea ucraniana, en el avión viajaban 82 iraníes, 63 canadienses, once ucranianos (dos pasajeros y nueve tripulantes), diez suecos, cuatro afganos, tres alemanes y tres británicos, aunque las autoridades iraníes cifran en 146 sus nacionales, ya que se trata de personas con doble nacionalidad.