Gustavo Alfaro escribió una carta para despedirse tras su paso de casi un año en Boca. "Nos quedamos a mitad de camino en un proceso", dijo
Gustavo Alfaro escribió una carta para despedirse tras su paso de casi un año en Boca. «Nos quedamos a mitad de camino en un proceso», dijo
Gustavo Alfaro se despidió hoy como entrenador de Boca a través de una emotiva carta en la que se mostró «dolorido» por no haberle dado el título de la Copa Libertadores a los hinchas.
«Tengo la sensación de habernos quedado a mitad de camino en un proceso. Nos pusimos al frente de un plantel que se encontraba con su orgullo dañado, pero dispuesto a ofrecer su corazón como lo marca su historia», redactó.
En una misiva difundida por la cuenta de Twitter @La12tuittera, Alfaro afirmó: «No tengo dudas que este plantel de HOMBRES en las próximas siete fechas le pondrá una estrella más a ese escudo plagado de ellas».
El Xeneize cerró la primera parte de la Superliga como escolta del líder Argentinos Juniors, un punto por detrás de los de La Paternal.
El entrenador definió a Boca «como una pasión que no tiene límites ni fronteras» y que le hizo vivir emociones «muy fuertes» en este año de trabajo.
«Me llevo emociones muy fuertes, como lo fue transitar ese túnel camino al campo de juego, la primera noche de Libertadores y esa Bombonera que late de manera única, esa pasión que contagia, que se derrama por esa multitud y baña todo el campo, haciendo entender que no hay pelota que no se dispute, ni esfuerzo que se negocie», indicó.
«Una pasión que no tiene fronteras ni límites, a cada sector del país que uno recorra, en cada latitud del mundo que uno se encuentre, siempre habrá un hincha de Boca al que no le importe las horas de vigilia por una foto o un autógrafo de sus ídolos. Eso es Boca. Pasión», agregó.
Además, el ex entrenador volvió a hacer referencia a la serie perdida ante River, por una de las semifinales de la Copa Libertadores.
«Nunca voy a olvidar más allá del dolor la noche del Superclásico que ganamos, con el orgullo que recorrí esos metros desde el banco de suplentes hasta el túnel por la demostración de coraje que dieron los jugadores», afirmó.
En ese sentido, deseó «todo el éxito» a la gestión que encabeza Jorge Amor Ameal, quien derrotó en las elecciones al oficialismo de Daniel Angelici y Christian Gribaudo.
«Miraba el cuadro de la próxima Copa Libertadores y lo veía inmenso, y siempre Boca está ahí, en las fases finales, entre los mejores. Por eso primero quiero desearle todo el éxito del mundo a la nueva Dirigencia, ojalá puedan darle a los hinchas lo que tanto anhelan. Deseo fervientemente que consigan el éxito, más allá de que no es algo que uno encuentra, sino es producto de un proceso, no compren las verdades que nos quieren vender, de éxito o fracaso tan literal si se consigue o no un título», explicó.
«Porque Boca es Boca, siempre se regenerará su espíritu, y en las pequeñas correcciones que se hagan en la adversidad, se encontrarán las respuestas que llevarán a Boca al lugar deseado», cerró.
A lo largo de su ciclo, el entrenador dirigió un total de 50 encuentros oficiales (12 en la Copa Libertadores, 28 por la Superliga, uno por la Supercopa, dos por Copa Argentina y siete de la Copa Superliga).
En ese camino, consiguió 27 triunfos, 16 empates y siete derrotas, lo que le dio una eficacia del 64,67 por ciento.