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Estudio privado

El 60% de los argentinos resignaría parte de su sueldo para no perder el trabajo


El 49% de los argentinos consultados en una encuesta considera a la «seguridad laboral» como la principal razón para permanecer en un empleo y casi un 60% dijo estar dispuesto a resignar parte de su salario para mantenerlo, según un sondeo privado divulgado este viernes. Estos resultados reflejan el impacto de la caída del empleo sobre los asalariados, y el riesgo de que se potencie la precariedad laboral en un escenario de prolongada recesión.

El estudio, realizado por la consultora de recursos humanos Randstad, buscó identificar los factores más relevantes para los argentinos a la hora de elegir un empleador, y formó parte de un trabajo más amplio realizado con más de 200.000 encuestados en 32 países.

Los resultados del sondeo, en el que participaron 3.970 argentinos, muestran que la seguridad laboral es la principal razón para permanecer en un empleo.

«La consolidación de la seguridad laboral en lo más alto de las razones para conservar el trabajo actual puede explicarse a partir de una coyuntura en la que al no haber crecimiento del empleo, se genera una menor movilidad laboral», explicó Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina y Uruguay.

Para poner en perspectiva el valor asignado a la seguridad laboral, el estudio profundiza sobre las medidas que estarían dispuestos a tomar los argentinos a cambio de una mayor seguridad laboral. El 34% de los encuestados sostuvo estar dispuesto a resignar entre el 1 y 10% de su salario para tener un trabajo más estable.

Un 24% afirmó estar dispuesto a resignar más del 10% de su sueldo a cambio de mayor seguridad, mientras que el 26% indicó no estar dispuesto a resignar salario en favor de una mayor estabilidad laboral. Por su parte, un 16% respondió no saber qué hacer frente a este interrogante.

El «top 5» de razones para permanecer en un empleo según los argentinos se completa con salario y beneficios atractivos (42%); ambiente de trabajo agradable (40%); equilibrio entre vida familiar y profesional (40%) y, por último, oportunidades de desarrollo profesional (39%).

Al ser consultados sobre los factores determinantes para irse de un empleo, los argentinos consultados pusieron en un claro primer lugar una compensación demasiado baja (54%). Le siguen la falta de oportunidades de desarrollo profesional (46%); falta de reconocimiento/recompensas (34%); falta de estabilidad financiera (28%) y condiciones de trabajo poco flexibles (24%).

Entre los factores más importantes que evalúan los trabajadores cuando eligen una compañía para trabajar aparecen mencionados salario y beneficios atractivos, oportunidades de desarrollo, buen ambiente de trabajo, seguridad laboral, equilibrio entre vida familiar y profesional y flexibilidad.

Al analizar estos factores por género, surge que para las mujeres resulta más importante el equilibrio entre la vida familiar y profesional, con una diferencia de 3 puntos porcentuales respecto a los hombres, situación que se repite respecto al factor de flexibilidad, donde la brecha es aún mayor, situando a las mujeres (42%) 9 puntos porcentuales por encima de los resultados arrojados para los hombres (33%).

Los resultados del estudio también muestran que existe un desfasaje entre lo que los talentos buscan en un empleador y lo que ellos perciben sobre lo que ofrecen las empresas.

Según lo que perciben los encuestados, tanto las empresas argentinas como las de la región concentran sus esfuerzos en destacar virtudes como la buena situación financiera, la reputación y el uso de las tecnologías más recientes, desplazando a los atributos que ellos consideran más importantes en un buen empleador.

Así, los trabajadores argentinos ven relegados al quinto, sexto y octavo lugar los tres principales factores que ellos consideran más importantes a la hora de elegir una compañía para trabajar.

Los resultados del estudio indican que solo el 32% de los argentinos prefiere trabajar en una gran corporación, dato que da cuenta del creciente interés de los trabajadores, en especial los más jóvenes, por el emprendimiento propio, el trabajo en las organizaciones del tercer sector o el desarrollo de una carrera como profesional independiente.